Evo Banco ha puesto en marcha un plan de reestructuración del negocio con el que pretender adaptarse al actual contexto de trasformación digital y rentabilidad en el negocio recurrente de banca minorista. Con este objetivo la entidad se propone un nuevo modelo comercial con menos oficinas físicas y mejores canales a distancia. La nueva estructura persigue el mantenimiento de cinco oficinas en las ciudades de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, lo que supone el cierre de 39 sucursales y una reducción de plantilla entre 260 y 270 empleados. En Barcelona, la entidad financiera cuenta con tres oficinas, de las que tan solo se mantendrá una abierta.

Esta decisión forma parte del proceso de renovación tecnológica e innovación financiera que ha impulsado la entidad durante los últimos años y que ha transformado el modelo de relación con sus clientes, los cuales operan de forma menos presencial y de forma creciente a través de canales alternativos. En la actualidad, el banco ha expandido su mercado a todo el territorio español y todos los clientes pueden contratar y operar a distancia desde cualquier lugar sin necesidad de utilizar oficinas físicas.

Estrategia digital

La entidad financiera ha puesto de manifiesto que su "estrategia de transformación digital permite reforzar sus capacidades de para ofrecer un servicio de calidad y a distancia a todos los clientes en España, con independencia de su ubicación geográfica u oficina de referencia". Adicionalmente, la aumentará la inversión en tecnología para consolidar la innovación.

El proceso de reestructuración se abordará conjuntamente con la representación de los trabajadores, con la que Evo Banco ha iniciado este martes el período de negociación a fin de alcanzar el mejor acuerdo posible para el colectivo afectado así como para el conjunto de trabajadores de la entidad.

Banca alternativa

Evo nació como marca comercial en el año 2012 con el objetivo de convertirse en una alternativa a la banca tradicional. Bajo el modelo de banca inteligente. Se constituyó a partir de la actividad fuera de Galicia de la red de Nueva Caja Galicia (NCG), mientras que la actividad en aquella comunidad interna se quedaba en manos de Abanca. En el 2014, Evo fue adquirido por Apollo European Principal Finance Fund II. Entre 2014 y 2015, la entidad apostó por el crecimiento y el desarrollo de un modelo basado en la banca minorista. Adquirió Fracciona, AvantCard España y AvantCard Limited, en Irlanda, entidades especializadas en financiación al consumo.

En estos momentos, la entidad cuenta con 45 oficinas y una plantilla de 750 personas, con lo que el plan de reestructuración alcanza casi al 50% de los trabajadores. Cuenta con 936.000 clientes; un volumen de crédito de 2.253 millones y depósitos por valor de 3.081 millones de euros.