Jaime Terceiro, expresidente de Caja Madrid, ha propiciado un duro golpe a la línea de defensa de su sucesor, Miguel Blesa, y de la inmensa mayoría de los 65 acusados por el uso de las tarjetas 'black' de la entidad y Bankia. El ejecutivo, actual consejero de Bankinter, ha defendido en el juicio que "como dicen todas las actas, eran para gastos de representación para ejercer la función de consejero".

El banquero, así, ha desmontado la línea de defensa de Blesa, que consiste en mantener que se trataban de unas tarjetas salarialespara gastos personales de libre disposición, sin necesidad de justificarlos, y que fueron creadas en época de Terceiro, en 1988, en esos términos. "Es una invención, no se puede apoyar en nada", ha refutado.

Terceiro ha argumentado que creó las tarjetas para "modernizar" el sistema de pago de los gastos de representación de los consejeros. "La tarjeta es el sistema más transparente para gastos exclusivamente de representación por la trazabilidad que genera", ha argumentado antes de afirmar que "hacen el fraude más difícil". Es decir, que era más fácil saber así en qué se habían gastado el dinero los consejeros que con el sistema anterior, en que adelantaban el dinero y luego presentaban los justificantes.

250 EUROS

El expresidente de la caja ha explicado que el tope técnico de los plásticos, que no constituía un límite de gastos, era de 600 euros, pero que de media los consejeros gastaban al mes 250 euros con ella. También ha destacado que los consejeros cobraban 1.800 euros al año en su época, pero que con Blesa algunos llegaron a cobrar más de 500.000 euros, "multiplicado por 277".

Terceiro se ha mostrado muy duro con las acusaciones que le lanzaron algunos de los acusados. Así, ha afirmado que era"radicalmente incierto" que subiera el límite de los 600 euros, ha sostenido que decir que las tarjetas eran para gastos personales es una "definición esotérica", ha sostenido que "bajo ningún concepto" se dio el PIN a los consejeros para que sacasen metálico en los cajeros, y ha defendido que ningún otra entidad financiera de la relevancia de Caja Madrid ha tenido unos plásticos similares.

OFERTA DE RATO

Asimismo, ha revelado que algunos consejeros, como el acusado José Antonio Moral Santín, se quejaron de que su retribución era muy baja, pero que él se negó a elevarla por la diferente configuración jurídica de las cajas frente a los bancos. También ha subrayado que dejó Caja Madrid siendo la entidad "más solvente, rentable y eficiente de España", entre otras cosas gracias a su "política de austeridad".

Un cargo del que dimitió después de que el PP y CCOO alcanzaran un acuerdo para repartirse el control de la entidad y que, ha defendido, fue "un paradigma del mal gobierno corporativo de las cajas". Terceiro ha asegurado que no aceptó ese pacto y por eso dimitió y fue sustituido por Blesa pocos meses después de haber sido ratificado en el cargo. "El vicepresidente económico, hoy aquí presente (Rodrigo Rato), me ofreció la presidencia de una gran empresa para que dejara la caja", ha revelado.