La falta de suministro de medicamentos a las farmacias se ha agudizado en los últimos días coincidiendo con el final de año. Un total de 545 medicamentos figuran esta semana con problemas de suministro en el listado de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Hace algo más de un año, este diario se hizo eco del incremento de medicamentos en ese listado. Eran 385 frente a los 250 seis meses antes. El incremento de más del 40% registrado en un año al cierre del 2019 por la Aemps ha disparado todas las señales de alarma en la industria, que reconoce que el problema tiene un claro impacto en toda Europa.

La industria farmacéutica asentada en España propone recuperar y potenciar desde el sector público la fabricación en España de principios activos. «Esta medida podría resolver parte del problema de suministro, pero también supone una oportunidad para crear tejido productivo y empleo en España o fomentar la exportación, entre otras ventajas», defiende Farmaindustria.

CAUSAS / Para la patronal farmacéutica Farmaindustria, los desabastecimientos «son un problema complejo que responde a múltiples causas, que van desde la concentración de la fabricación de principio activo, excipientes y determinados medicamentos en unos pocos países a cambios en la demanda mundial, pasando por factores técnicos, logísticos y regulatorios». Aunque se suele hablar de desabastecimiento, la mayoría de los casos son, en realidad, lo que se conocen como problemas de suministro, en los que la demanda es superior a la oferta.

La patronal reconoce que los fallos de suministro «trascienden a España y están afectando a todos los estados miembros de la Unión Europea con diferentes niveles de intensidad». Quita hierro al asunto la patronal al recordar que el problema afecta al 3% de las 18.000 presentaciones comercializadas. Pero reconoce paralelamente la importancia del fenómeno al destacar que las principales asociaciones europeas impulsan medidas para evitar que el problema vaya a mas. Forman parte de este movimiento la representante de la industria innovadora (Efpia), del autocuidado (Aesgp), de genéricos (Medicines for Europe), de exportadores (Eaepc), de mayoristas (GIRP), de farmacéuticos de la industria (GPIE) y de fabricantes de vacunas (Vaccines Europe).

La industria reconoce que parte del problema son las estrictos estándares regulatorios vigentes en la UE, que causan que las fábricas deban modernizarse de manera continua. «Cualquier problema detectado en alguno de los componentes utilizados para fabricar un medicamento puede ser la causa de un fallo en el suministro», recuerdan los fabricantes. Las causas que paralizan el suministro suelen ser según las organizaciones del sector desde limitaciones de capacidad de las plantas, a problemas de control de calidad, hasta la escasez de suministro de excipientes y principios activos. La concentración de la fabricación de compuestos en pocos países con disponibilidad limitada de proveedores alternativos acrecienta el problema.

LOS PRECIOS / En un segundo escalón están las causas económicas. El hecho de que el comprador del fármaco también es el que establece el precio condiciona el suministro, dicen las patronales. Otro elemento que influye son las políticas de precios, ya que el objetivo de contener el gasto no permite que los precios se ajusten a los cambios que sufren el coste de los bienes, fabricación, distribución. Es tradicional también que las patronales critiquen las medidas de contención del gasto por parte de las administraciones y pagadores (como mecanismos de devolución o retrasos en los pagos), lo que impulsa que se dejen de comercializar productos en un país y no en otro.

La falta de suministro también obedece en ocasiones a estrategias de las marcas en el marco de la búsqueda de mayor rentabilidad en los mercados. Aparece también el fenómeno de exportaciones paralelas, con discrepancias entre el volumen que liberan los fabricantes en un mercado determinado, el volumen de exportaciones e importaciones y las necesidades reales de los pacientes.