La irrupción de las 'fintech' --empresa financieras que desarrollan productos y servicios por medios tecnológicos-- ha impuesto un cambio de modelo de financación para empresas --también para particulares, pero en menor proporción-- que compite con la financiación bancaria tradicional, pero también con otros instrumentos como al renta fija. Las plataformas de financiación participativa (PFP), denominadas en inglés 'crowdfunding', reguladas en España en abril de 2015, constituyen un mecanismo de canalización directa del ahorro a la inversión productiva complementario al que tiene lugar a través de las bolsas y de los mercados alternativos.

A lo largo de los tres últimos años los fondos captados por estas plataformas a escala global han presentado crecimientos superiores al 40% anual, y han superado globalmente en el período enero-junio del 2018 los 9.400 millones de euros, según un reciente informe del Banco de España titulado 'La evolución reciente de la financación no bancaria de las empresas españolas'.

En el sector, se diferencia entre el 'equity crowdfunding' (donde la obtención de fondos se canaliza a través de capital) y el 'crowdlending' (donde el instrumento utilizado es la deuda). A finales del 2017, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) había autorizado 26 plataformas, de las cuales 11 eran de acciones, 10 de préstamos y cinco eran mixtas, de acciones y préstamos. En cuanto a su actividad, todavía no existen estadísticas oficiales, dadas sus fases tempranas de desarrollo. No obstante, las primeras estimaciones apuntan a que los fondos canalizados por esta vía, tanto en acciones como en deuda, aunque todavía son marginales respecto del conjunto de la financiación total, presentan crecimientos elevados.

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Por áreas geográficas mundiales, hay que destacar la elevada participación de China, que acumularía en este período el 80% del volumen mundial captado por las plataformas, seguida de Estados Unidos con un 11% y, a mucha distancia, del Reino Unido (2%), Japón, Francia (1%) y España (0,2%). Desde el punto de vista regulatorio el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) ha continuado progresando en la definición de banca en la sombra ('shadow banking)' y en la metodología para cuantificar el tamaño del relativametne nuevo fenómeno.

"Desde la manera de solicitar un crédito, hasta la forma de analizar los riesgos para su concesión, pasando por los actores que intervienen en el proceso. los nuevos modelos de financiación han modificado, en primer lugar, el mercado de la deuda para acabar después con el escenario de la banca tradicional", lo explica José María de Hevia, socio de Efe&Ene, consultora especializada en inversión, quien identifica el origen de estos cambios estructurales, entre otros, con la irrupción de nuevas entidades financieras. Fondos de deuda, plataformas de 'crowdlending', 'family offic'e, y grandes compañías tecnológicas, que participan hoy en operaciones que hasta no hace mucho se realizaban entre dos partes: el cliente y el banco.

Desde su punto de vista, la gran aportación de estas nuevas fórmulas financieras es la mejor adatación a las necesidades de las empresas que precisan financiación. "La estandarización no deja de ser un problema a la hora de pedir financiación o refinanciación para un proyecto". Las soluciones generales, precisa, no son válidas para negocios diferentes. "La misma solución o estructura de deuda no vale para dos modelos de negocio diferentes. La estandarización debe como límite cubrir las necesidades del cliente bien sea un particular o una empresa. Las soluciones deben ser personalizadas y creativas", señala. Y que haya nuevos actores favorece la consecución de estos objetivos.

PROFUSIÓN DE MINICRÉDITOS

Pese a ello, hasta ahora, "la mayoría de la financiación a través de 'fintech' y las sociedades no bancarias estaba vinculada a un tipo de producto muy concreto, los minipréstamos, aunque es cierto que de un tiempo a esta parte algunas de estas empresas están ampliando su oferta de productos y facilitan, también, préstamos más convencionales, al consumo, con condiciones muy similares a los de la banca", explica Sergio Fernández, director general de la plataforma financiera Credimarket.

En esta línea, Younited Credit, por ejemplo, es una 'fintech' que tiene préstamos en condiciones muy parecidas a los de la banca. O para empresas, eCrowd, LoanBook, Arboribus, Growly, Spotcap, entre otras, aportan crédito al mercado, como en el 'ecommerce' otras plataformas --Pagamastarde, Aplázame e Instantcredit-- ofrecen la posibilidad de pagar a plazos. Básicamente estos mecanismos financieros "ofrecena rapidez y relativa facilidad a la hora de gestionar la solicitud de un préstamo", describe Fernández. Se pueden llevar a cabo 'on line' o por teléfono, respondiendo a un cuestionario y aportando escasos documentos (DNI, cuenta). También el dinero, de salir aprobada la financiación, se ingresa en cuenta de forma rápida.

Por contra, como se trata de un minipréstamo, el plazo de devolución es corto, uno o dos meses. Además, son algo más caros que los de un préstamo al consumo ya que no transcurre por el circuito convencional.

Todavía en este momento, el circuito líder en financiación es, sin duda, el bancario. El dela s 'fintechs' y sociedades no bancarias es joven, si bien ha ido creciendo de forma considerable en los últimos cinco años.