La intensa relación comercial entre España y el Reino Unido, fortalecida en los últimos años, sufrió sin embargo un repliegue en el 2017 coincidiendo con la incertidumbre por la decisión del país de abandonar la Unión Europea (UE) y con la apreciación de la libra.

Entre el 2012 y el 2017, el valor de las exportaciones de bienes al Reino Unido (sin contar el turismo) aumentó el 33%, un ritmo algo superior al de las destinadas a la UE (27%). Sin embargo, en el 2017 se redujeron cerca del 6%. Así, el peso de las ventas españolas a su quinto socio comercial bajó del 8% al 7% el año pasado. Por su parte, el número de empresas españolas que venden al Reino Unido aumentó el 8% en el último lustro, hasta alcanzar la cifra de 11.695 firmas; sin embargo, en el 2017 se produjo una ligera caída del 0,8% en el número de exportadores, según los datos recabados por el Banco de España en un artículo publicado ayer por el organismo.

«En el 2017 tuvo lugar una ralentización de las exportaciones de bienes a la economía británica, tras el anuncio de salida del Reino Unido de la UE en junio del 2016 y en un contexto de fuerte depreciación de la libra frente al euro», constata el supervisor en el artículo Un análisis de la exposición comercial de las empresas españolas al Reino Unido.

Una gran parte de la caída de las ventas en el 2017 se concentró en los productos de automoción, a pesar de que el número de exportadores del sector se incrementó.

Pese al giro de tendencia en el 2017, el Banco de España se muestra optimista y considera que «la vulnerabilidad» de las empresas españolas presentes en el mercado británico ante el brexit puede moderarse por su particular perfil. Si bien es cierto que el 85% de las empresas exportadoras al Reino Unido son pequeñas y medianas empresas, también lo es que las grandes compañías acumulan en torno al 90% del volumen de estas ventas.

TIPOLOGÍA EMPRESARIAL / Según el Banco de España, la base exportadora de empresas con ventas al Reino Unido integra «compañías más grandes, productivas y diversificadas geográficamente que aquellas que exportan a los principales países de la zona euro».

Y esta circunstancia «apuntaría a que el potencial impacto negativo sobre el tejido empresarial español relacionado con el brexit puede estar amortiguado», a la espera de cómo se plasme finalmente la salida del Reino Unido de la UE.