La Fiscalía de Múnich (Alemania) presentó hoy tres cargos, entre ellos el de fraude, contra el expresidente del fabricante automovilístico Audi Rupert Stadler, en el marco de la investigación por la manipulación de emisiones en vehículos diésel.

Además, la fiscalía acusa a Stadler y a otras tres personas, a las que no identifica, de falsificación indirecta y publicidad punible.

A tres de los cuatro acusados se les hace responsables de "desarrollar motores para vehículos Audi, Volkswagen y Porsche cuyos controles estaban equipados con una función de software inadmisible".

Esa manipulación permitía que el dinamómetro del chasis funcionara de modo diferente ( y mejor) que en el modo de conducción real (...) Los vehículos con motores en cuestión se vendieron posteriormente en grandes cantidades y se pusieron en circulación", afirmó la fiscalía.

CONOCEDOR DEL FRAUDE DESDE 2015

Según la acusación, Stadler conocía el fraude en el diésel desde el 2015 y no había intervenido para remediar la situación.

Stadler fue puesto en libertad bajo fianza el pasado octubre después de haber estado en prisión preventiva desde junio de 2018 por el caso de las manipulaciones de emisiones en vehículos de la marca.

Un tribunal de la capital bávara consideró en octubre que seguían "existiendo sospechas contra el acusado" y que persistía "el motivo de su detención, la posible destrucción de pruebas".

Sin embargo, consideró "justificable y asumible" suspender condicionalmente la orden de prisión contra Stadler.

Se sospecha que el expresidente de Audi tenía conocimiento de las manipulaciones en Europa después de que saliera a la luz el escándalo en Estados Unidos.

Stadler fue cesado a principios de octubre del comité ejecutivo del grupo Volkswagen, del que era miembro desde enero de 2010, y como presidente de la filial Audi, cargo que desempeñaba desde enero del 2007.