El Fondo Monetario Internacional (FMI) certifica que la desigualdad social en España «es mayor que en los países socios de la Unión Europea» y que las políticas redistributivas del país (tanto por el lado de los impuestos, como por el lado del gasto social) tiene un menor alcance y eficacia. En un informe sobre el gasto social en España publicado ayer, el FMI también analiza el sistema español de pensiones y llega a la conclusión de que su sostenibilidad «está en riesgo si no se toman medidas adicionales»; pide, además, que esta no se haga recaer «sobre las generaciones más jóvenes, ya en desventaja».

En su informe, elaborado a partir de datos del 2016, el FMI subraya que el gasto social en España favorece a los pensionistas y las clases medias frente a los jóvenes y la población más vulnerable.

Otro organismo internacional, la OCDE, también se refirió ayer a la necesidad de reformas en el sistema de pensiones. Su economista jefe de pensiones, Hervé Boulhol, se centró en la posibilidad que aún existe en España de jubilarse a los 65 años si se han cotizado 38,5 años. Boulhol consideró «algo baja» esta edad de retido y dijo que para un país que envejece rápido puede no ser viable jubilarse a los 65 años con una pensión completa.

En cuanto a la revalorización de las pensiones, el economista de la OCDE defendió que «puede no ser injusto» que suban menos que el IPC «si las pensiones iniciales han sido altas» y apuntó que esta «es la única forma de que los pensionistas compartan el esfuerzo con los otros grupos de edad».