Francisco González, presidente del BBVA durante casi veinte años y hasta el pasado diciembre, ganó 5,474 millones de euros en el 2018 (4,058 millones en metálico y 1,416 millones en acciones), un 5,4% menos que un año antes. El componente fijo ya se lo ha embolsado, mientras que el variable (2,641 millones) lo recibirá parte en este primer trimestre (40%) y parte en los próximos cinco años (60%). Ello se suma a los 79 millones que el banco había reservado para su jubilación.

La figura de González se ha visto envuelta en la polémica por las presuntas escuchas ilegales que ordenó el banco al excomisario Villarejo. Según vienen publicando distintos medios desde mayo, el BBVA pagó más de cinco millones de euros a la empresa del expolicía entre el 2004 y el 2017 por distintos servicios, entre ellos los supuestos pinchazos (4.000 teléfonos y 15.000 llamadas de políticos, empresarios y periodistas) para tratar de frenar el intento de Sacyr de controlar la entidad en época del Gobierno de Zapatero.

En su informe de gestión del 2018, el BBVA acaba de reconocer «que podría estar inmerso en investigaciones por las autoridades judiciales sin que, hasta el momento, se haya recibido ninguna notificación formal al efecto, en relación con la contratación de actividades presuntamente irregulares que podrían tener un impacto negativo reputacional o económico para el banco». También ha recordado que ha encargado una investigación externa a la consultora PwC y los despachos de abogados Garrigues y Uría, «no siendo posible predecir en este momento el ámbito o duración de su investigación o cualquiera realizada por las autoridades judiciales ni sus posibles resultados o implicaciones para el grupo». Como es habitual en la banca, el sueldo diferido de González está sometido a cláusulas de reducción y recuperación de las cantidades (malus y clawback), que se aplicarían si se demuestra su implicación.

NUEVOS SUELDOS / Carlos Torres, actual presidente y antes consejero delegado, ganó el año pasado 4,213 millones (3,21 millones en metálico y 1,003 millones en acciones), el 13,9% menos. La parte variable (2,393 millones) también la percibirá en diferido. Este año cobrará 2,453 millones de salario fijo y el banco estima que la parte variable será el 55% de su sueldo si cumple los objetivos, con lo que en total se podría embolsar unos 5,45 millones. A estas cantidades hay que añadir los 1,896 millones que la entidad reserva cada año para cuando se jubile, en una bolsa que ya acumula 18,581 millones.

El nuevo consejero delegado, el turco Onur Genç, tendrá un fijo este año de 2,179 millones y su remuneración total podría rondar los 5,32 millones. El año pasado, como responsable de la filial en Estados Unidos, percibió 3,22 millones. El ejecutivo ha pactado, además, recibir 600.000 euros al año por trasladarse a España y otros 653.700 euros en lugar de que el banco le haga aportaciones para su jubilación.