Freixenet ya tiene comprador. Ayer se formalizará un acuerdo de venta del 50,7% del capital de la compañía más internacional del cava catalán al grupo Henkell, que pasará de ser una firma familiar a ser nominalmente alemana. Según fuentes consultadas por este diario, el acuerdo final con la filial del grupo alemán Dr. Oetker ha dependido en la última recta de la negociación de la fijación del precio, como consecuencia de la dificultad de valoración de los activos de este grupo centenario que exporta el 80% de su producción. Esos activos incluyen además de los usuales inmuebles y terrenos, la marca y el valioso patrimonio en forma de existencias.

Las familias Hevia y tres ramas de la familia Bonet han aceptado la cesión de la mayoría accionarial de la compañía, requisito fundamental para la operación. El presidente de honor del grupo cavista, Josep Ferrer, primer accionista con el 42% del capital, y José Luis Bonet, actual presidente de Freixenet y de la Cámara de España, han decidido por el momento no vender sus acciones, pero su papel en la compañía deberá cambiar con la venta. La valoración de la compañía ha sido establecida en el entorno de los 440 millones de euros.