En España hay aún algo más de 230.000 empleados públicos no trasferidos a las comunidades autónomas que forman parte de la Administración General del Estado (AGE), que se ocupan de todo tipo de actividades, desde el nivel más alto (titulados universitarios) al más bajo (solo con estudios básicos). Sus funciones puede ser las mismas que sus homólogos en la administración autonómica, pero el sueldo es mucho menor. La diferencia puede llegar a ser del 25%, entre 1.000 y 21.600 euros anuales menos para los trabajadores de la Administración central por el mismo empleo, según un estudio realizado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

Desde el 2010, todos los trabajadores públicos han sufrido recortes y congelaciones de sueldos y de sus condiciones laborales, además de una reducción de las plantillas al no reponerse las bajas producidas. Pese a los recortes, la brecha salarial entre los empleados de las distintas administraciones se ha mantenido pues parte de unas diferencias, que en el CSIF se califica de «agravio comparativo» anteriores a la crisis. A ello hay que añadir la pérdida de poder adquisitivo del 20% que han sufrido las administraciones públicas en los últimos años. Desde el ejercicio 2010, con la disminución de efectivos, la masa salarial se ha reducido en 1.657,7 millones de euros.

EQUIPARAR SALARIOS // Cara a los próximos presupuestos del Estado, el CSIF pretende que se destinen 500 millones para equiparar los salarios públicos entre las distintas administraciones, una diferencia que se acentúa entre los funcionarios valencianos.

El informe de la central revela que los empleados públicos de mayor nivel retributivo del Consell, como jefes de servicio, cobran 19.000 euros anuales menos que sus homólogos vascos o catalanes. El personal de los grupos C1 y C2 ingresa 23.655 y 19.164 euros, respectivamente, frente a 33.563 y 26.497 de los navarros (32.747 y 25.187, los vascos).