El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, considera «muy difícil» que la economía española pueda crecer un 6,8% en el ejercicio 2021, tal y como estima el Gobierno en el plan de estabilidad remitido a Bruselas, pues implicaría un ritmo de recuperación «muy cercano al de caída».

«Nuestra experiencia en crisis como esta, que afectan fuertemente al tejido empresarial, nos señalan que si bien las caídas suelen ser bruscas y rápidas, las recuperaciones son siempre más lentas y moderadas», defiende Garamendi. El líder de la CEOE subraya que, del análisis del plan de estabilidad, puede concluirse que el déficit público será «algo mayor» al previsto por el Gobierno para este año 2020 (10,3% del PIB), ya que ve «difícil» que, estimándose una contracción de la economía española del 9,2%, los ingresos públicos solamente se vayan a reducir un 5%.

CIFRAS // Garamendi advierte de que si el déficit público se desvía, la deuda pública en relación al PIB probablemente superaría el 115% estimado por el Gobierno. Las previsiones difundidas por CEOE hace unas semanas apuntaban a un déficit del 11% y a una deuda pública de entre el 115% y el 120% del PIB para este año.

«A nosotros, lo que más nos preocupa no es tanto el déficit o a la deuda en un año como este, que también, sino el déficit estructural, ya que es el que más incide a largo plazo para valorar la sostenibilidad de las finanzas públicas», afirma el dirigente empresarial, para quien es necesario acometer «de una vez por todas» un plan integral de mejora de la eficiencia del gasto público.

CIERRE DE EMPRESAS / Garamendi ve «bastante complicado» que, estando la economía como está, se vayan a poder «aguantar» todas las plantillas incluidas en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y advierte de un «cierre masivo» de empresas y de más paro si el Gobierno central se niega a alargar estos procedimientos y a eliminar la obligación de las empresas de conservar los puestos de trabajo durante seis meses. El líder empresarial insiste en que se necesita flexibilizar los ERTE y ha explicado que, para la CEOE, eso implica prolongarlos más allá del estado de alarma, mantener la exoneración de cotizaciones a las empresas que los hayan puesto en marcha, y suprimir la cláusula de mantenimiento del empleo asociada a estos procedimientos.

Sobre este último punto, dice que aunque no sabe si el Gobierno está dispuesto o no a abrir la mano, mantener esta cláusula provocará que más empresas echen el cierre. «Este tema nos lo impusieron. Partiendo de la base de que nadie quiere despedir, pensar que, estando la economía al ritmo que está, se van a aguantar todas las plantillas, es bastante complicado. Quien no quiera verlo, allá él», avisa.

El dirigente empresarial subraya que los expedientes de regulación temporal de empleo «son la clave de la recuperación en caso de que se quiera que ésta se produzca», y hace hincapié en que las empresas que se han acogido a estos procedimientos temporales no lo han hecho porque les fuera mal el negocio o porque fuera mal la economía, sino porque el Gobierno ha ordenado su cierre por la pandemia del coronavirus. «Son ERTE por orden administrativa», enfatiza.

FUTURO // Garamendi subraya también que, cuando finalice el estado de alarma por la pandemia, habrá en España sectores económicos, como el turismo, el transporte de viajeros, la automoción y la hostelería, que van a tener que seguir con ERTE. De lo contrario, advierte, habrá una «crisis masiva, un cierre masivo de empresas y un montón de gente que se irá a la calle».

«O la gente confía y cree de verdad en que la iniciativa privada es la que realmente da solidez a un Estado moderno o realmente tenemos un problema», opina el dirigente empresarial, que añade que «no se trata de que estos ERTE duren toda la vida», sino de que el personal pueda ir incorporándose al trabajo de manera progresiva tras el parón.