Gestamp, empresa española de componentes del sector del automóvil, ingreso 6.572 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, un 6,8% más frente a los 6.155 millones del mismo período de 2018. No obstante, la empresa ganó menos hasta septiembre al declarar un beneficio neto de 128 millones de euros, un 21,5% menos que el año pasado, cuando ganaron 163 millones.

Durante los nueve primeros meses del año, Gestamp registró un EBITDA (beneficio bruto de explotación) de 755 millones de euros, un 10,8% más que el mismo período de 2018, cuando la cifra fue de 681 millones de euros. Aun así, su beneficio operativo cayó hasta los 338 millones de euros, un 7,8% menos frente a los 366 millones de los tres primeros trimestres de 2018.

Como ya adelantó la compañía al presentar los resultados del primer semestre, la caída de los beneficios se debe sobre todo a la puesta en marcha de nuevos proyectos y a las condiciones de incertidumbre actuales del sector de la automoción. Según sus datos, sin embargo, los ingresos superaron al mercado en todas las regiones, creciendo sobre todo en Europa del Este (+21,1%), Norteamérica (+20,2%), Mercosur (+18,7%) y Asia (+9,6%) y solo cayendo en Europa Occidental (-4,4%).

ACTUALIZACIÓN DE LAS EXPECTATIVAS PARA 2019

Gestamp confirma que ha actualizado sus previsiones financieras para la recta final de este año. Según la compañía, el crecimiento de los ingresos estará en rango intermedio de un solo dígito, su beneficio bruto de explotación superará al 2018, aunque sin superar al crecimiento de los ingresos y se reducirán sus inversiones de capital hasta el 9%.

El anuncio de Gestamp no ha sentado bien en bolsa, con una caída (al momento de la redacción de este artículo) del 9,49% respecto al cierre del día anterior hasta los 3,49 euros por acción. Aunque la jornada ha empezado con una tímida caída del 2,3%, inmediatamente se ha desplomado hasta el 9,5% para terminar estabilizándose entre el 9,1 y el 9,5%.