El Gobierno descarta prorrogar la suspensión del impuesto de generación eléctrica que pasó de gravar con un 7% esta actividad a hacerlo con un 0% y cuya interrupción termina el próximo mes de abril. "Ahora acaba ese plazo de suspensión de seis meses y no tenemos capacidad de maniobra en lo que queda de legislatura, el mandato de este Gobierno acaba el 28 de abril", respondió a los medios de comunicación la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al ser preguntada sobre sus intenciones sobre este impuesto después de su intervención en una jornada sobre legislación en la transición energética organizada por el Instituto El Cano.

El Gobierno decidió suspender este impuesto durante seis meses en el mes de octubre ante el alza continuada de los precios de la electricidad que alcanzaron su máximo anual en el mes de septiembre. Entonces, Ribera anunció como medida de choque inmediata la reducción al 0% de esta tasa que afecta directamente a las eléctricas e indirectamente a los consumidores, pues las empresas lo trasladan a los clientes en la factura de la luz.

El Ejecutivo aseguró que esta medida era temporal, seis meses, para intentar reducir de forma inmediata la factura de eléctrica lo máximo posible -su supensión se calcula que supone una rebaja de alrededor del 3% en el recibo de la luz- hasta la llegada de una profunda reforma estructural del sistema eléctrico. Sin embargo, con el adelanto electoral ambas medida parecen frustradas pues, por un lado, el impuesto volverá a su tónica habitual, el 7%, y la reforma del sistema eléctrico nunca se produjo.

No obstante, la ministra aseguró que ambas, tanto una reforma fiscal como una reforma del sistema eléctrico, así como una integración hacia un sistema energético mucho más digitalizado forman parte de los deberes pendientes en materia energética para la siguiente legislatura. "Claramente, (el impuesto de generación) forma parte de los elementos que tienen que formar parte de esa cesta de actualización de la fiscalidad del sistema energético", agregó Ribera.

La ministra calificó la fiscalidad energética actual como una "una fiscalidad cruzada", sobre la que dijo que "no manda señales claras ni en una dirección ni en otra", por lo que requiere de una revisión en profundidad para saber "qué es lo que se pretende, qué es lo que se puede hacer y cómo se acompasa en el tiempo ese recorrido".