El Gobierno dice seguir teniendo «determinación, convicción y pasión» para sacar adelante los Presupuestos, a pesar de que las crecientes dificultades para negociarlos en un contexto cada día más adverso pueden dejarlos convertidos en una suerte de cuentas-ficción. La renovada tensión con las fuerzas independentistas tras la reciente resolución del Parlament de reprobación del discurso del Rey y la voluntad del PNV de llegar a un acuerdo ha espoleado a Pedro Sánchez a buscar, primero, un pacto con los nacionalistas vascos. Las conversaciones, anuncia el Gobierno, comenzarán de inmediato, en las próximas semanas.

La intención del Ejecutivo es mantener informado a Unidos Podemos, como socios prioritarios con los que el jueves se pactó el acuerdo base. La decisión de empezar a negociar con el PNV se toma en un escenario de tensión realimentada con Cataluña. Fuentes gubernamentales señalaron que previsiblemente este viernes el Ejecutivo aprobará medidas en contra de la polémica resolución del Parlament, aunque sin confirmar si es un recurso al Tribunal Constitucional u otro tipo de actuación. Más allá de la medida concreta que se apruebe, el Gobierno salió a defender el papel institucional de Felipe VI y la conveniencia de que se buscase una fotografía oficial el pasado 12 de Octubre con los tres poderes del Estado.

Un error hizo que la imagen no pudiese tomarse. «La reprobación del Rey es muy mal recibida por el Gobierno porque considera que hay una utilización institucional para propósitos independentistas que no representan a la sociedad en su conjunto», valoró la portavoz, Isabel Celaá, que insistió en que el Ejecutivo no puede ceder a las presiones soberanistas, que condicionan la negociación presupuestaria a la libertad de los dirigentes independentistas presos.