a respuesta del Gobierno al reto de la Generalitat, que ha dejado de remitir la justifación de gastos semanal que se le reclamaba, no se ha hecho esperar. El Ejecutivo central aprobará este viernes un paquete de medidas para controlar al máximo el gasto del Govern.

Una de las iniciativas consiste en exigir una justificación mensual de los gastos presupuestarios del ejercicio antes para que se paguen incluso directamente por parte del Estado a cuenta de los anticipos mensuales de la financiación autonómica. De hecho será lo más parecido a una intervención, aunque desde La Moncloa se rechaza esa expresión.

El Gobierno remite mensualmente anticipos mensuales a las comunidades que corresponden al IRPF o el IVA y el resto de impuestos del sistema de financiación autonómica y cada autonomía los dedica a llevar a cabo sus políticas. En el caso de Catalunya, se exigirá a la Generalitat que rinda cuentas sobre el destino de estos recursos e incluso se ocupará el Estado de hacer llegar los recursos a los beneficiarios.

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El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha descartado cerrar el grifo del fondo de financiación autnómica (FLA) como había advertido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Esta medida perjudicaría especialmente a los proveedores, como por ejemplo las farmacias, ya que esos recursos van directamente a los beneficiarios.

Ante el nuevo desafío del Govenr, el Ejecutivo central ha decidido dar una vuelta de tuerca más. Ahora se entra en una fase de práctica intervención de las cuentas públicas.

Aunque no entra dentro del paquete de medidas de este viernes, el Gobierno estudia también fórmulas para controlar que la Generalitat, que tiene cerrado el acceso a los mercados con una calificación crediticia de bono basura, pueda beneficiarse de fondos privados. Esta iniciativa formará parte de otro paquete que ultima la Administración central.