Tras los votos prestados por el PSOE al PP para sacar adelante el techo de gasto y el decreto de medidas fiscales este jueves -pasos previos para el trámite presupuestario- el Gobierno de Mariano Rajoy quiere más. Quiere negociar y pactar con el PSOE el texto del proyecto de Presupuestos del Estado para el 2017 y tiene dos ases en la manga para, al menos, intentar forzar a los socialistas a sentarse a negociar: el sueldo de los funcionarios y las entregas a cuenta de autonomías y ayuntamientos. El Gobierno ha empezado a deslizar la idea de que si no hay presupuestos tampoco habrá subida salarial de los sueldos públicos ni mayores adelantos para el resto de las administraciones.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, argumentará que si no puede sacar adelante un proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2017, tampoco llevará al Consejo de Ministros un decreto de prórroga presupuestaria, que es la herramienta que siempre utilizan las administraciones públicas cuando no existe Presupuesto para actualizar determinadas partidas de gasto cuando, como los sueldos de los funcionarios, para los que se espera una subida del 1% en el 2017. Las cuentas de la Generalitat de Cataluña, por ejemplo, se han desenvuelto en el 2016 a partir del decreto de prórroga que aprobó el Govern cuando la CUP negó su apoyo el año a la tramitación presupuestaria.

ESTRATEGIA

“Necesitamos un nuevo Presupuesto actualizado para cumplir con nuestros objetivos de déficit, para la financiación correcta de los servicios públicos y para los anticipos a cuenta de las comunidades autónomas y las corporaciones locales” dijo el ministro Montoro el jueves en el pleno del Congreso de los Diputados mostrando parte de lo que será su estrategia ante el PSOE.

El ministro no citó a los funcionarios como colectivo potencialmente perjudicado por la ausencia de un Presupuesto, pero sin duda es el argumento que se reserva el Gobierno y el PP para forzar una negociación con el PSOE, al que culparían de haber impedido una subida salarial de los sueldos públicos si no se avinieran a negociar las cuentas del 2017.

“CASI IMPOSIBLE”

El PSOE, por ahora se mantiene “casi” en sus trece. El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, ha afirmado en declaraciones a TVE que "es casi imposible" que su partido llegue a un acuerdo con el Gobierno para aprobar los Presupuestos Generales del Estado porque, a su juicio, serán unas cuentas "continuistas" con las anteriores.

Tras exhibir la subida del 8% en el salario mínimo interprofesional como un logro del PSOE en su negociación con el Gobierno, el dirigente socialista ha dicho que al PSOE no le gusta la baja cobertura de desempleo ni que las pensiones pierdan poder adquisitivo (con la subida del 0,25% que ha programado el Gobierno) y que por eso no apoyan las cifras presupuestarias. De alguna manera, Hernando podría estar marcando así los cauces de una posible negociación que el PP desea.

El PP podría intentar buscar apoyos a su Presupuesto a partir de Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y algún otro diputado del Grupo Mixto. Pero las directrices del propio Rajoy determinan que lo prioritario es buscar un acuerdo con el PSOE, como se ha hecho con la negociación de los objetivos de déficit y de las medidas tributarias: primero el PSOE, luego los demás, con el consiguiente malestar en la formación que dirige Albert Rivera.

ANTES DEL CONGRESO DEL PSOE

Fraguar el Presupuesto del 2017 es vital para que Mariano Rajoy logre dar vida a la presente Legislatura. Y debe hacerlo antes de que el PSOE se rearme con la designación de un nuevo líder que de ningún modo iniciaría su etapa negociando con el PP. Se especula con que el congreso del PSOE podría celebrarse antes del verano, en los meses de mayo o junio.

Si se logra abrir la negociación presupuestaria con el PSOE, el Gobierno podría presentar un proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2017, que se tramitaría en el Parlamento en el primer trimestre del año y cuyos efectos (la posible subida del sueldo de los funcionarios) tendrían efecto retroactivo desde el 1 de enero del 2017.