Francisco González, presidente del BBVA durante los años en que el banco contrató al excomisario Villarejo, defendió ayer que la actuación de su entidad ha sido «intachable y con un cumplimiento por encima de lo exigible en materia de gobierno corporativo y cumplimiento normativo». Por ello, juzgó «muy importante afrontar la investigación abierta con total transparencia y ayudar a deslindar posibles actuaciones individuales de carácter irregular, si las hubiera, de la actuación del banco en su conjunto», tras la imputación a la entidad de tres delitos de cohecho, corrupción en los negocios, y descubrimiento y revelación de secretos.

En una nota, sostuvo que bajo su mandato el BBVA trabajó «bajo unos estrictos estándares de conducta» y «dentro de la más estricta legalidad para defender los intereses» del banco, es decir, de «sus profesionales, sus accionistas, sus clientes y los intereses generales de la sociedad». Además, aseguró que se enteró de la contratación de Villarejo por la prensa en mayo del 2018 y que encargó una investigación interna que su sucesor, Carlos Torres Vila, amplió en enero del 2019 con un «profundo y exhaustivo» análisis externo (forensic) de firmas especializadas, cuyos resultados han sido aportados a la investigación judicial. «Desde que se abrió la pieza, el BBVA he estado máximamente interesado en colaborar con la justicia, con la mayor transparencia y objetividad».

Según un fragmento del auto de imputación, el juez García Castellón sospecha que «la cúpula» del BBVA pudo consentir la contratación de Villarejo en época de González para tareas de espionaje en vista del «beneficio personal y empresarial» que le podían reportar. El magistrado de la Audiencia Nacional quiere determina si el banco puso en marcha medidas para evitar el delito o si «la ausencia de mecanismos de control» y «la tolerancia con prácticas contrarias a la buena fe empresarial» fueron «medios de los que el banco pudo haberse valido para facilitar la contratación» del expolicía, todo ello «consentido por la cúpula del propio banco».