El Grupo PSA (Peugeot, Citroën, Opel/Vauxhall) y el Grupo FCA (Fiat-Chrysler) aprobaron ayer la fusión que llevan negociando desde el pasado mes de octubre para crear el cuarto consorcio automovilístico mundial en ventas, con 8,7 millones de unidades anuales (el 9,5% del total global), y el tercero en ingresos, con 170.000 millones de euros al año. Ambos grupos inician así un proceso de unión que durará entre 12 y 15 meses. La compañía resultante se consolidará como un gigante en mercados tan importantes como el europeo, donde es fuerte PSA, y el norteamericano y el latinoamericano, donde lo es FCA. Asimismo, cubrirán todos los segmentos del mercado, desde el utilitario hasta los comerciales ligeros, con marcas generalistas, premium y de lujo.

Su misión será liderar la transición de la industria hacia una movilidad «segura, limpia y económica», como resumió Carlos Tavares, presidente del grupo PSA, en una conferencia telefónica. Así, quieren ceñirse a los compromisos medioambientales de la UE para reducir las emisiones, los avances tecnológicos, las divergencias de los mercados y el coste de la movilidad.

Según PSA, la fusión generará ahorros por valor de 3.700 millones de euros sin la necesidad de cerrar ninguna de las plantas de ambos grupos. PSA tiene plantas en Vigo, Madrid y Figueruelas (Zaragoza), que producen 12 modelos y 14.000 empleados. El nuevo consorcio apunta que el 40% de este ahorro procederá de la optimización en el desarrollo de plataformas de vehículos y productos, otro 40% de las economías de escala, que permitirán obtener mejores precios, y otro 20% del márketing, las tecnologías de información y gastos generales y logísticos. Se prevé que el flujo de caja sea positivo desde el primer año.

La fusión permitirá a ambas partes enfrentarse al reto de la electrificación y la movilidad sostenible. Con un margen operativo estimado del 6,6%, PSA aseguró que la empresa resultante tendrá una «gran flexibilidad financiera» y una «amplia capacidad de maniobra e inversión en nuevas tecnologías».

La nueva compañía estará basada en Holanda y cotizará en la Euronext (París), la bolsa de Milán y la de Nueva York. Su consejo de administración estará formado por 11 miembros y Carlos Tavares, consejero delegado de PSA, ejercerá ese cargo durante un período inicial de cinco años. Los otros 10 miembros serán elegidos equitativamente entre ambos consorcios y John Elkann, presidente de FCA, lo será en el nuevo grupo. Cinco de los nueve miembros restantes deberán ser independientes. Los principales accionistas de PSA, el Estado francés, la familia Peugeot y el fabricante chino Dongfeng se han comprometido a votar a favor de la fusión. Ningún accionista tendrá más del 30%.