El proteccionismo de Donald Trump sigue amenazando al conjunto de la economía internacional. El siguiente episodio puede ser una guerra comercial entre EEUU y China, que ya ha comenzado de forma más larvada, y que puede desatarse del todo, ya que el plazo que se han impuesto para llegar a un acuerdo finaliza el próximo 31 de marzo.

Es una de las amenazas más serias a una economía que se encuentra en fase de desaceleración, certificada por organizaciones como la OCDE, que agrupa los 34 países más industrializados del mundo, aunque nadie se atreve a asegurar todavía si se trata de un descanso en el camino para seguir luego la remontada o la antesala de una nueva crisis global.

El ejercicio el que se cumplen 20 años del euro, empieza con la convivencia con otro tipo de divisas, las criptomonedas, como el bitcóin, pero que, en todo caso, sean o no una burbuja, han perdido mucho del aire que las alimentó en el 2017. Y con menos contribución positiva del petróleo después de que el cártel de países exportadores, la OPEP y otros productores ajenos al cártel, como Rusia, acordaran reducir la oferta mundial en unos 1,2 millones de barriles diarios con la entrada del nuevo año para que suba el precio.

FIN DE LA COMPRA DE DEUDA

A eso se suma el final de la política monetaria atípica del Banco Central Europeo (BCE) con la compra de deuda. Ni el crudo ni los apoyos de la autoridad monetaria actuarán como esos famosos vientos de cola que han impulsado la economía en los últimos años y permitido la recuperación una década después del estallido de la crisis financiera global.

En el plano más cercano, las primeras semanas del 2019 determinarán si es posible que el Gobierno de Pedro Sánchez saque adelante los Presupuestos del 2019, que serían los primeros propios ya que siguen vigentes los que aprobó el Ejecutivo de Mariano Rajoy.