El Gobierno de Mariano Rajoy se ha dado por vencido. El plazo para remitir a la Comisión Europea el borrador presupuestario del 2018 expira este próximo 15 de octubre y consciente de la falta de apoyo político para sacarlo adelante lo que hará es enviar a Bruselas un proyecto sin cambios de política económica, sobre la base de un "crecimiento prudente" que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha elevado este martes al 3,1%, una décima por encima de lo previsto hace unos meses.

"Evidentemente será un proyecto de presupuestos sin cambio de política económica. Es decir, lo que haremos será proyectar un crecimiento económico muy prudente. Este año ligeramente por encima del 3%. Y el año que viene incluso por debajo de lo que nos han dicho y lo que va incluso a decir el FMI, con lo que es el consenso del mercado para que sea extremadamente prudente", ha explicado De Guindos al término del Ecofin.

Lo que hará el Ejecutivo es "extender el cierre de este año, que esperamos que esté en el 3,1%, a las nuevas cifras del año que viene" y que "llevarán a un déficit público que estará muy por debajo del 3%", ha anunciado el ministro. España ha prometido cerrar este año con un desvío en las cuentas públicas del 3,1% para rebajarlo al 2,2% en el 2018, por debajo del límite que fija como máximo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

PAPEL DEL PNV

La negativa del PNV a apoyar las cuentas del 2018, debido a la gestión de los acontecimientos en Cataluña, ha obligado al Gobierno de Rajoy a mantener las mismas cuentas aunque Guindos no descarta la posibilidad de actualizarlas durante noviembre o diciembre. "Presentaremos un presupuesto sin cambios de política económica y después actualizamos en función del presupuesto definitivamente aprobado. Es perfectamente factible", ha explicado. Durante su comparecencia Guindos también se ha referido al relevo de sillas en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo y ha apuntado que la marcha del alemán Wolfgang Schäuble como ministro alemán no resta posibilidades para España. "No tengo la más mínima duda de que el próximo sillón del BCE será para España", ha asegurado.