El nuevo proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentado este lunes en el Congreso de los Diputados contempla un prestamo de Hacienda a las arcas de la Seguridad Social por importe de 15.164 millones de euros para garantizar el pago de las pensiones durante el presente ejercicio. Este préstamo es de la misma cuantía que el crédito consignado en el 2018, es decir, viene a compensar el déficit entre ingresos y gasto de la Seguridad Social, que se situará este año en el 1,1% del PIB.

El objetivo del Gobierno es continuar con la senda de la reducción de este agujero y rebajarlo en el 2020 hasta el 0,9% del PIB y hasta el 0,4% en el 2021. Según las cuentas públicas diseñadas por el Gobierno para este 2019, la Seguridad Social contará este año con un presupuesto de 153.864 millones de euros, el 6,2% más que en el 2018.

Este incremento se debe a que los PGE para el 2019 incorporan la paga compensatoria a los pensionistas por la desviación de precios en el 2018 y la subida de las pensiones contributivas en el 1,6% con carácter general y el 3% en el caso de las mínimas y no contributivas. Estas medidas, junto con el mayor número de pensionistas y el efecto composición, elevan el gasto en pensiones el 6,2% respecto al 2018, siendo la principal partida del gasto social en términos cuantitativos.

Los préstamos desde el erario público a las cuentas de la Seguridad Social para garantizar el pago de las pensiones han sido un episodio recurrente en los últimos año. El último se produjo el pasado noviembre del 2018, cuando el Gobierno sacó 3.000 euros del Fondo de Reserva de las Pensiones y añadió 6.330 euros a cargo de los Presupuestos del Estado para poder abonar la paga extra de Navidad a los pensionistas. En julio, el Tesoro Público también tuvo que realizar un préstamo de 7.500 millones para la extra de verano.