El derecho a vacaciones es hereditario. Así lo confirmó el miércoles la sentencia del Tribunal Superior de Trabajo de Alemania, que dictamina que los familiares de un trabajador fallecido podrán heredar los días libres no disfrutados o cobrar la compensación económica que suponen.

Así, la justicia alemana vuelve a dar la razón a Maria Elisabeth Bauer y Martina Broßonn, dos viudas de la localidad de Wuppertal que han recorrido un largo periplo judicial hasta lograr una retribución por las vacaciones no realizadas por sus maridos antes de fallecer. Ante la negativa de la empresa Technische Wartung und Instandsetzung y del ayuntamiento a pagarles lo debido, las dos viudas acudieron al tribunal alemán, que, a su vez, lo consultó a la justicia europea.

Ahora, la sentencia establece que la señora Bauer recibirá una compensación total de 5.857 euros. Su marido, gravemente discapacitado, falleció en diciembre del 2010 sin haber librado 25 días a los que tenía derecho. En el caso de la señora Broßonn la retribución asciende a los 3.702,72 euros correspondientes a los 32 días de vacaciones que tenía su marido cuando falleció en enero del 2013. El ayuntamiento de Wuppertal y el empresario Volker Willmeroth deberán abonar ese pago.

De esta manera y de acuerdo con la ley federal de vacaciones y licencias, la corte alemana implementa por primera vez la sentencia establecida desde Luxemburgo. Este derecho a las vacaciones anuales pagadas «como parte de la herencia» se aplica a la licencia mínima legal de 24 días laborables, que se amplía a dos días adicionales para las personas que sufren una discapacidad grave. Ese derecho también se encuentra estipulado en el convenio colectivo del sector público, para el cual trabajaba el fallecido esposo de la señora Bauer, fallecido hace más de ocho años.