El gigante tecnológico chino Huawei rechazó las acusaciones de haber recibido ayudas públicas multimillonarias por parte del Gobierno de China que, según el diario The Wall Street Journal, ascienden a 75.000 millones de dólares (67.654 millones de euros). En un comunicado que Huawei emitió ayer, la compañía defiende que su relación con el Gobierno de Pekín «no es diferente a la de cualquier otra empresa privada que opere en China» y anuncia posibles acciones legales contra el diario neoyorquino en defensa de su reputación por considerar que el citado artículo se baja en «información falsa y en un desacertado razonamiento».

«Al igual que otras empresas tecnológicas que trabajan en China, incluidas las extranjeras, Huawei recibe cierto apoyo político del gobierno chino, pero nunca hemos recibido ningún trato especial», defiende la compañía. «Toda empresa tecnológica que opera en China tiene derecho a ciertas subvenciones del gobierno, siempre y cuando cumplan ciertas condiciones. Esto incluye también a empresas tecnológicas extranjeras», aclara en su comunicado.

La nueva controversia nace de la información publicada por el diario financiero The Wall Street Journal que da a entender que los miles de millones de dólares en asistencia financiera del Gobierno chino habrían sido determinantes para impulsar el ascenso de Huawei Technologies al liderazgo en el mercado global de las telecomunicaciones.

Según esta información, las subvenciones, facilidades de crédito, exenciones de impuestos y otras formas de asistencia financiera a las que ha ido teniendo acceso Huawei en los últimos 25 años ha permitido a la compañía dar el salto, y pasar de de ser un proveedor poco conocido de interruptores telefónicos a convertirse en la compañía de equipos de telecomunicaciones más grande del mundo, con plazos de financiación generosos y rebajas de precios respecto a sus rivales de hasta un 30%.

De hecho el liderazgo mundial de Huawei en la tecnología 5G de próxima generación está en el origen de la rivalidad tecnológica que enfrenta a EEUU con China y que ha alimentado los episodios de la guerra comercial entre ambas potencias en los últimos meses.

El Gobierno de Donald Trump expresó su preocupación por que los equipos tecnológicos de Huawei puedan representar un riesgo de seguridad, en caso de que Pekín solicite datos de red de la compañía, si bien esta asegura que nunca entregaría esos datos a su Gobierno. En mayo, EEUU prohibió a sus empresas hacer negocios con Huawei, si bien luego ha establecido sucesivas moratorias para esta prohibición, que no ha llegado a materializarse.

«Huawei es una empresa privada propiedad de sus empleados», defendió la multinacional china en su comunicado, donde señala que «en la última década», la cantidad total que ha recibido en subvenciones a la I+D de gobiernos tanto dentro como fuera de China supone menos del 0,3% de los ingresos totales. Asimismo, el fabricante ha puntualizado que, en los últimos 30 años, ha invertido entre el 10% y el 15% de sus ingresos anuales en I+D, alcanzando solo en el 2018 un gasto de 15.000 millones de dólares, lo que convertiría a Huawei en el quinto mayor inversor en I+D del mundo.