La huelga de taxistas que comenzó hace unos días en Barcelona para protestar contra la concesión de licencias VTC (alquiler de vehículos con conductor) usadas por las empresas Uber y Cabify se extiende por toda España. Ayer, los taxistas de Madrid ya secundaron la huelga paralizando algunas zonas de la capital y hoy otras grandes capitales harán lo propio.

De esta forma, Madrid y Barcelona no serán las únicas ciudades que se verán afectadas por la falta de taxis, también la Asociación de Taxistas de La Rioja iniciará una huelga hasta el próximo martes. Igualmente han decidido sumarse a la protesta a partir de esta medianoche organizaciones de taxistas de Valencia, Alicante o Zaragoza, que reclaman la limitación de las licencias de vehículos de transporte con conductor (VC).

Las protestas continuarán pese a la oferta de Fomento, que ayer anunció que convocará a las principales asociaciones y federaciones del Taxi y de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) a sendas reuniones el lunes, para abordar el conflicto y tratar de que «vuelvan a la normalidad».

Las protestas se originaron el pasado miércoles, cuando los taxistas de Barcelona iniciaron dos jornadas en apoyo al reglamento del Área Metropolitana que limitaba la actuación de compañías como Uber y Cabify.

Pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendió ayer este reglamento por considerar que el Área Metropolitana de Barcelona «carece de potestad reglamentaria» para regular las llamadas licencias VTC.

LLAMAMIENTO A LA CALMA / La cartera que dirige José Luis Ábalos hizo un llamamiento «a la calma» y solicitó a las asociaciones de taxistas movilizadas en Barcelona y Madrid «la vuelta a la normalidad, como paso previo y necesario para avanzar hacia una solución conjunta con todas las administraciones afectadas». «Fomento apuesta por el diálogo entre las administraciones, así como entre los sectores implicados, que facilite una convivencia equilibrada entre el taxi y VTC», al tiempo que defendió el derecho de los ciudadanos a la movilidad, además de rechazar la adopción de medidas unilaterales.

Pese a este llamamiento al diálogo, los taxistas de Barcelona, reunidos en una asamblea celebrada en la confluencia de Paseo de Gracia con la Gran Vía de Barcelona, que sigue ocupada en su tramo central por centenares de taxistas, decidieron seguir adelante con la protesta. «La huelga solo la para Fomento», proclamó el portavoz de Elite Taxi, Alberto Álvarez, que dio por sentado que los taxistas volverán a pasar la noche allí y exigió al Gobierno cambios legales para poner coto a las licencias VTC en el próximo Consejo de Ministros.

La asociación de las VTC, Unauto, solicitó al Gobierno que no ceda ante el «chantaje», y denunció «la oleada de violencia» que protagonizó ayer el sector del taxi durante la jornada de huelga en Barcelona.

Un sector que dice «sentir miedo» ante los actos vandálicos que aseguran estar sufriendo contra sus automóviles, según declaraciones a Efe de Nuria del Río, trabajadora de Cabify, una de las plataformas que conecta a usuarios con VTC.

REACCIONES POLÍTICAS / Los grupos políticos también reaccionaron y desde el PP, su diputado José Alberto Herrero criticó al Gobierno por haber «cedido al chantaje ante los independentistas» y «dejar indefenso al sector del taxi y de los VTC».

Según Herrero, «el Ministerio de Fomento ha renunciado a defender las competencias del Estado ante el Gobierno radical de Ada Colau, situándose al borde de la prevaricación al desistir de su deber legal de defender las competencias del Ejecutivo».

También, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pidió a los taxistas que impere la «seguridad y responsabilidad» y una «mayor implicación a todas las partes en el conflicto».

Y el dirigente de Podemos Rafael Mayoral mostró su apoyo a los taxistas porque, dijo, «hay que defender el taxi como servicio público frente al ataque que está sufriendo por parte de los buitres financieros».