El sindicato Alternativa Sindical, que representa entre un 20% y un 30% del total de los cerca de 900 vigilantes de seguridad contratados por Ilunion en el aeropuerto de Madrid-Barajas, decidió ayer mantener la huelga convocada del 24 de agosto al 3 de septiembre, entre las 5 y las 14 horas, tras una mediación con la empresa en la que además de no llegar a ningún acuerdo, esta última anunció que «no se vuelve a reunir más veces con el comité de huelga», según explicó a este diario el portavoz del sindicato, Alberto García. El paro puede afectar a más de 800.000 personas, que se exponen a sufrir retrasos o incluso a perder su vuelo.

A la huelga en el aeropuerto de Madrid, también secundada por la Asociación de Vigilantes de Aeropuertos (AVA), se unirán los compañeros del aeropuerto Seve Ballesteros de Santander, según García, porque la gran mayoría (entre el 80% y 90 %) son afiliados de Alternativa sindical. En Barcelona, García confirmó el contacto con algunos compañeros que aunque «de momento se lo están pensando» es «posible» que también se unan.

El conflicto entre vigilantes e Ilunión nace del incumplimiento por parte de esta empresa concesionaria de abonar los pluses de productividad, aeroportuarios y de rotación en los arcos de seguridad de los aeropuertos, lo que supone unos 200 euros menos al mes que los vigilantes no reciben y que reduce sus salarios a alrededor de los 900 euros netos mensuales, según García.

«El plus aeroportuario y el de rotación son conceptos fijos y la empresa dice que son variables para ganar tiempo, porque dice que tienen un año para pagarlos, pero son fijos, así que los vigilantes deberían haberlos cobrado ya», explicó García, quien señaló también hacia el operador aeroportuario: «Aena es tan culpable o más que Ilunion porque conoce los pluses que tiene que abonar cada empresa a sus vigilantes y accedió de forma irresponsable a dar el contrato a Ilunion por un precio más barato», agregó.