Iberdrola ha lanzado una emisión de bonos verdes, con vencimiento a cinco años, por un importe inicial de 750 millones de euros, en un contexto complejo de mercado a raíz de la incertidumbre mundial generada por la pandemia del coronavirus.

Los bonos verdes son un tipo de deuda cuyos fondos se destinan exclusivamente a financiar o refinanciar, en parte o en su totalidad, proyectos 'verdes', es decir, sostenibles, socialmente responsables y con un impacto positivo para el medioambiente. En este caso, Iberdrola destinará los fondos financiar y refinanciar total o parcialmente inversiones renovables de España, México y Reino Unido, en su mayoría parques eólicos terrestres.

La demanda ha superado los 6.000 millones de euros y el cupón ha quedado fijado en el 0,875 en un entorno de gran volatilidad en los mercados financieros. Con esta operación, Iberdrola se convierte en la primera de las grandes compañías españolas que lleva a cabo el reto de acudir al mercado de deuda desde que se decretó el estado de alarma por el covid-19. La emisión se ha colocado entre 227 inversores, principalmente europeos y de Reino Unido.

La compañía que dirige Ignacio Sánchez-Galán ratifica el compromiso con su estrategia de lograr que su pasivo tenga formato verde, de acuerdo con la apuesta de la compañía por un mix energético bajo en emisiones de carbono, liderando la inversión mundial en energías renovables. Hasta la fecha, el grupo ha emitido cerca de 11.000 millones en bonos verdes desde que cerró con éxito su primera colocación de este tipo en 2014.