La previsión de crecimiento de la industria española del automóvil es del 3,7% en 2019 y del 2,4% en 2022, según los datos publicados en un estudio de EAE Business School. España, según se desprende del estudio, es «un buen sitio para producir automóviles por su excelente localización geográfica, los recursos tecnológicos de primer nivel, la mano de obra competitiva, por su agresiva estrategia de exportación y por la decidida apuesta por investigación y desarrollo».

Actualmente, España es el segundo país productor de coches en Europa solo por detrás de Alemania y el octavo global con el 2,7 % de la producción mundial. La lista de productores la encabezan China, con el 27,6% de la producción; Estados Unidos, con un 13,1%; y Japón, con un 10%. Con todo, la producción española se acerca ya a los tres millones de unidades anuales pese a no tener una marca propia, contando que Seat, protagonista en el 8% de las ventas en el país, pertenece al Grupo Volkswagen.

El estudio advierte de que España no debe quedarse fuera de los procesos de producción basados en nuevas fórmulas de consumo energético como los híbridos y eléctricos. Según sus conclusiones, el apoyo político es vital para atraer esa producción al país.

En cuanto a ventas de coches eléctricos en España, el estudio señala que las cifras son muy «modestas» porque en 2018 su venta representó un 0,8% del total, mientras que la de coches de gasolina fue del 63% y el diésel un 36,14%. Las principales barreras para la penetración de este tipo de vehículos en el país según son la autonomía en un 57%, el precio en un 54% y la falta de infraestructura de carga en un 40%.

El estudio pronostica que en el 2025 el tamaño del mercado mundial de vehículos eléctricos haya crecido un 79%. Según las estimaciones recogidas, Europa englobaría el 44% de la ventas proyectadas de vehículos eléctricos en todo el mundo; China, el 34%; Estados Unidos, el 6,5%; y Japón, el 4,4%.