El pasado día 1 de septiembre entró en vigor la nueva normativa de medición de emisiones y consumos en automóviles WLTP (Procedimiento Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros) y su impacto ha sido negativo en la mayoría de países europeos donde se ha implantado, entre ellos España. No obstante, el Banco de España cree que el impacto es transitorio en el país y la situación industrial ya empezará a estabilizarse en los próximos meses.
La WLTP obliga a todos los modelos matriculados tras el 1 de septiembre a cumplirla. Como las pruebas que arrojan los resultados de consumos y emisiones bajo este procedimiento son más exigentes que los de la antigua normativa, la NEDC, la mayoría de vehículos declaran más consumo y emisiones, algo que ha hecho que muchos coches salten de tramo impositivo en el Impuesto de Matriculación y aumente su precio. Incluso algunos vehículos que entes estaban exentos de pagarlo ahora han pasado al 4,75%.
Asimismo, los fabricantes se han visto obligados a homologar todos sus coches de acuerdo con la WLTP en todas sus motorizaciones y acabados, con lo que, los que más apuraron para pasar las pruebas, se encontraron en septiembre aún con vehículos y motores sin aprobar. Entre otros, Volkswagen tuvo que detener la producción en su planta de Wolfsburgo, Porsche dejó de admitir pedidos personalizados en verano e incluso Seat ha pospuesto la incorporación de un tercer turno para la producción del León por la falta de motores y ha reducido las estimaciones de producción para este año.
EL IMPACTO EN LA INDUSTRIA ESPAÑOLA
En España, el gobierno acordó un período de transición, que termina el 31 de diciembre de 2020, en el que se correlacionan los valores de emisiones de ambos protocolos para que, si bien no impedir que los vehículos deban homologarse bajo la nueva normativa, la transición sea más suave en términos de mercado y las marcas tengan más tiempo para adaptar sus productos a la WLTP.
Ante la llegada de la normativa, los meses de verano se convirtieron en un período fantástico para comprar coches, con grandes rebajas y un aumento desmesurado de unidades de 'kilómetro 0' procedentes de las automatriculaciones de las mismas marcas. ¿Por qué? Los concesionarios querían deshacerse de las unidades homologadas bajo el protocolo NEDC antes del 1 de septiembre. El resultado, según datos de Anfac, fue un incremento de las ventas del 48,7% interanual en agosto, un mes tradicionalmente flojo en matriculaciones, y un septiembre (-17%), octubre (-6,6%) y noviembre (-12,6%) de caída continua. Eso sí, el mercado de segunda mano ha seguido creciendo en otoño gracias al gran stock de unidades de 'kilómetro 0'.
En términos industriales, España es un país orientado hacia la fabricación del producto final, es decir, concentra su actividad industrial en los últimos procesos de producción del vehículo, por lo que ha sufrido el impacto de la WLTP en forma de retrasos y falta de componentes, como, por ejemplo, la citada falta de motores de Seat. El impacto de la WLTP en la actividad industrial española ha sido más importante que en otros países más orientados a las fases iniciales de la producción y los retrasos generados en otros territorios se han sufrido aquí. La industria del automóvil se basa en interacciones continuas entre sus actores internacionales y la nueva normativa ha afectado a todos los niveles de producción.
LA INDUSTRIA SE RECUPERA
La expectativa de producción de las marcas cayó en verano ante la sombra de la entrada en vigor de la WLTP. Finalmente, en el período entre agosto y octubre, la producción de vehículos registró una caída del 5,4% en España, un descenso menor al de Alemania (-11,9%) o Italia (-8,7%) pero elevado si se tiene en cuenta que el sector representa el 3% de la producción total del país y aporta el 7,5% del empleo total. No obstante, la situación está cambiando y los indicadores de confianza del sector muestran una mejoría respecto a los meses de verano y septiembre.
En octubre, según Anfac, las fábricas españolas produjeron 246.445 unidades, un 1,7% más que el mismo mes del año pasado, cifra que retomaba la senda del crecimiento tras meses de caída en este aspecto. Según el Banco de España, la acumulación de existencias durante los meses estivales causada por la WLTP fue el problema principal para la demanda de nuevos vehículos. La caída de dichas existencias, junto con una cartera de pedidos elevada, ya ha provocado aun aumento de la producción y el Banco de España estima que pronto mejorarán las cifras de matriculaciones. Así, el organismo expone que el impacto de la WLTP y la caída de las ventas han sido un fenómeno transitorio y que todo parece apuntar "a una posible normalización de la actividad en las cadenas de producción de cara a los próximos meses".
