La industria española sigue perdiendo peso y cada vez se aleja más del objetivo del 20% del PIB pretendido por la Unión Europea. En el año 2000 el sector industrial representaba el 18,7% de la economía española, mientras que en 2018 esta tasa cayó hasta el 16% del PIB.

Así lo han puesto de manifiesto el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales (COGITI) y el Consejo General de Economistas de España en un informe que han dado a conocer este martes. El problema se agrava en el caso de la industria manufacturera (la que se dedica a la transformación de bienes en productos terminados, como el automóvil, por ejemplo) que ha pasado del 16,2% al 12,6% del PIB en el mismo periodo.

España es la quinta nación europea en cuanto a volumen de facturación del sector industrial (538.655 euros) por detrás de Alemania (1,9 millones), Francia (1 millón), Italia (1 millón) y Reino Unido (716.555 euros). De hecho, la cifra de negocios que en promedio tiene una empresa española (2,9 millones de euros) es muy inferior a la reportada por el resto de países de la Unión Europea, hecho que se junta con que el 99,4% de las empresas industriales españolas son pymes, y de ellas un 85% son microempresas, un 13% pequeñas empresas y un 2% medianas empresas.

La distribución por comunidades es muy desigual. Así, el PIB industrial de cinco comunidades contribuye con un 64,25% al total del PIB industrial. La comunidad que más aporta al total es Cataluña, con el 23,48%, seguida de Madrid (11,07%), Comunidad Valenciana (10,14%), País Vasco (9,96%) y Andalucía (9,65%). Las que menos son Extremadura (1,31%), La Rioja (1,09%) y Baleares (1,02%).

En referencia a su aportación al empleo nacional, al final del segundo trimestre de 2019 el total de ocupados en el sector industrial (equivalente a una jornada completa) ascendió a 2,76 millones de personas, lo que supone el 14% del empleo total. Así, la destrucción de empleo en la industria ha sido más acentuada que en el resto de la economía con un descenso del personal contratado durante los años 2000 y 2014 que ha mejorado en los últimos cuatro años.

PROPUESTAS PARA POTENCIAR LA INDUSTRIA

El presidente de COGITI, José Antonio Galdós Ruiz, ha pedido que la industria "deje de ser vista como un sector secundario" porque "España tiene todos los ingredientes para ser una potencia industrial: infraestructuras, empresas y profesionales", dijo. Por ello, pidió un gran Pacto de Estado que permita implementar una serie de medidas que den impulso al sector hacia ese objetivo del 20% del PIB.

Entre las principales propuestas destaca una política energética estable "que genere confianza en los inversores y produzca una energía barata"; acceso al crédito para mejorar tecnológicamente la industria para la implantación de la Industria 4.0; la armonización y homogenización de normativas autonómicas industriales; el fomento de la cultura industrial dentro del sistema educativo español, y una mayor inversión en infraestruturas necesarias para la logística. "La industria es el 'core business' (centro) de la economía de un país. No hablamos de varitas mágicas sino de reformas estructurales", concluyó el presidente del Consejo General de Economista, Valentí Pich.

En este sentido, según el Barómetro Industrial 2019, una encuesta en la que participaron más de 3.000 ingenieros españoles, solo un 22,6% considera que en su empresa tienen previsto implantar actuaciones relacionadas con el acceso a la economía digital y el 55% considera que los incentivos a la industria que promueve la administración son malos o muy malos. Para el 89% de los encuestados, el modelo formativo actual no se adapta a las necesidades del sector y el 67% no cree que se consiga un 100% de energías renovables en el plazo de 30 años. Usamos tanto las palabras que pierden valor, Industria 4.0 y reformas estructurales es un mantra que hay que concretar, agregó.