El banco holandés ING obtuvo un beneficio neto de 2.556 millones de euros en el primer semestre del 2019, un 3,7% menos que los 2.654 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior, informó este jueves la propia entidad.

Los ingresos del banco crecieron un 3,4%, hasta los 9.241 millones de euros, con un aumento del 1,6% en los ingresos por intereses hasta los 6.953 millones, mientras que los generados por tasas y comisiones se incrementaron un 0,6% hasta los 1.386 millones.

Los depósitos anotaron alzas del 2,6% hasta situarse en los 571.100 millones de euros, en tanto que los préstamos subieron un 4% en el caso de las hipotecas, hasta 293.000 millones de euros, y un 3,7% en el caso de "otros créditos para clientes", hasta los 322.300 millones de euros.

El resultado bruto progresó un 2,4% y alcanzó los 4.003 millones de euros.

En términos de solvencia, ING presentó un ratio de Common Equity Tier I del 14,5%, por encima del 14,1 anotado entre enero y junio de 2018.

La entidad también publicó hoy los resultados del segundo trimestre, en el que el benefició neto creció hasta los 1.438 millones de euros, un 0,6% por encima del obtenido entre abril y junio del año pasado.

Los ingresos avanzaron un 4% hasta los 4.665 millones de euros.

Mientras que los ingresos por intereses progresaron un 0,8% hasta los 3.470 millones de euros, los generados por tasas y comisiones cayeron un 0,8% y se ubicaron en los 711 millones de euros. Los ingresos por inversiones retrocedieron un 34,2% y se quedaron en los 25 millones de euros.

El resultado bruto se incrementó un 3,6% y llegó a los 2.214 millones de euros.

La entidad informó de que pagará a sus accionistas un dividendo de 0,24 euros por acción con cargo a los resultados de la primera mitad del año, la misma cantidad que otorgó tras el primer semestre del 2018.