El Índice de Precios de Consumo (IPC) cerró el 2016 con un incremento interanual del 1,6%, al subir 9 décimas en diciembre respecto del mes anterior, gracias al aumento de precios del transporte por el encarecimiento de los carburantes y lubricantes. Este porcentaje es una décima mayor del previsto en el índice adelantado. Según ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE), el dato de este viernes, una décima superior al avanzado el pasado 30 de diciembre, sitúa la inflación del pasado año con la tasa más alta desde el 2012. Así, se trataría del mejor dato de los últimos cuatro años, después de subir ligeramente en el 2013 (0,3%), caer en el 2014 (1%) y mantenerse plano en el 2015.

Cataluña es la comunidad con la tasa anual más alta, con un 1,9%, seguida de Navarra, con un 1,8%, y en el extremo opuesto se sitúa Ceuta con un 1,1%.

Entre los grupos con mayor influencia positiva en el aumento de la tasa anual de inflación en España se encuentra el transporte, que experimentó una variación del 4,7%, más de tres puntos por encima de la del mes anterior, debida en su totalidad a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes este mes, frente a la bajada en diciembre del 2015. También tuvo influencia la vivienda, con una tasa del 0,8%, más de un punto por encima de la de noviembre, consecuencia del incremento de los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción y el gas; ocio y cultura, cuya tasa aumentó más de dos puntos, hasta el 0,5%, y alimentos y bebidas no alcohólicas, que presentó una tasa anual del 0,8%, cuatro décimas superior a la del mes pasado.

Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó dos décimas en diciembre, hasta el 1%. Esta tasa se sitúa por debajo (seis décimas) de la del IPC general, por primera vez desde junio del 2014.