El traslado al puesto de trabajo puede suponer un coste mensual a cada empleado de entre 300 a 1.000 euros si está en los cada vez más frecuentes polígonos industriales o parque tecnológicos, según un estudio realizado por la Unión General de Trabajadores de Catalunya (UGT) en Barcelona y su área metropolitana. Por ello, este sindicarto pide varias medidas entre las que destaca la puesta en marcha de la línea orbital de carreteras, que mejore el acceso a los polígonos; ampliar la Área Metropolitana de Barcelona (AMB); un bicing metropolitano, y la mejora del transporte público, que sea más circular y menos radial, entre otras medidas. Aunque la propuesta que sin duda destaca más es la de crear de una T-Treball, tarjeta de transporte para que los empleados puedan ir a su centro de producción.

Afra Blanco, de la comisión permanente de la región metropolitana de UGT Catalunya y una de las autoras del estudio, asegura que los trabajadores han sido expulsados de la ciudad hacia los polígonos de las afueras. «Por un lado, el tiempo que emplean para ir al trabajo se considera jornada laboral y se habla de movilidad in itinire, pero ni se les facilita ese acceso al trabajo, ni se les descuentan las horas del traslado ni se le compensa -afirma-.Con el tiempo empleado en ir a trabajar es difícil cumplir la reivindicación de ocho horas de trabajo, ochos de descanso y ocho de ocio».

El valor del tiempo

La investigación realizada por UGT analiza el coste del traslado de los empleados a su centro de trabajo ubicado en un polígono de otro municipio teniendo en cuenta si lo realiza en transporte público o en coche privado. No sólo se tiene en cuenta el coste de los billetes de tren y autobús o los peajes, sino también el valor estimado del tiempo invertido. Con estas variables el estudio revela datos sorprendentes.

Por ejemplo, un trabajador del centro de Barcelonaque vaya al polígono Carretera del Mig de L’Hospitalet de Llobregat necesita invertir 44 euros al mes en transporte público y una hora y media de tiempo (una hora en transporte y el resto andando), lo que supone un gasto de 330 euros al mes. Curiosamente, el mismo traslado en coche privado le costaría más barato, 298 euros.

Otro de los casos estudiados es el de un trabajador que va del centro de Barcelona al polígono Badalona Sud. El gasto en trasporte público y en tiempo invertido (hora y media) suponen un coste mensual de 402 euros. En coche, el gasto baja hasta los 283 euros mensuales.

En coche, más barato

El problema se agrava cuando el asalariado debe ir más lejos. Po ejemplo, si vive en el centro de Barcelona y trabaja en el polígono El Barcelonés de Abrera (Baix Llobregat), la necesidad de un billete de tres zonas y más de cuatro horas diarias en tiempo de ida y vuelta suben el gasto a 1.193 euros mensuales, según el estudio. Con coche, el precio baja a 612 euros.

De las soluciones propuestas por UGT para reducir esta sangría en transporte la más innovadora es la de la creación de una tarjeta única denominada T-Mobilitat «que sustituya gradualmente la gama de 88 títulos de transporte existentes». En esta tarjeta única y personal se incluirían los descuentos de la bonificación T-Treball para abaratar los traslados al trabajo. «No olvidemos que la persona trabajadora no deja de invertir con su trabajo en Catalunya. Y trabajar no puede resultar una pérdida económica en ningún caso para la clase trabajadora», afirma el estudio.