La crisis económica que se avecina será especialmente dura para los sectores más vulnerables de la población. Es por ello que Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, reclamó recuperar los dividendos bancarios para que esas compañías puedan destinar recursos a su obra social.

Durante la quinta jornada de la Cumbre Empresarial organizada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en la que los máximos representantes de distintos sectores intentarán definir un plan de recuperación de la economía española, Fainé mostró su rechazo a la decisión del Gobierno de que las entidades bancarias y otras compañías no puedan remunerar a los accionistas. «No estoy de acuerdo con la política de no pagar dividendos porque a base de repartir se hace un gasto social», ha remarcado. El planteamiento del presidente de la Fundación La Caixa no es diferente del formulado la noche anterior por los consejeros delegados de tres de los grandes bancos, José Antonio Álvarez (Santander); Gonzalo Gortázar (CaixaBank) y Jaume Guardiola (Banco Sabadell), que en la noche del jueves en una acto en Esade, reconocieron su preocupación ante una limitación en la distribución de dividendos que es «asimétrica» y no se aplica al resto de sectores productivos, lo que eleva artificialmente el capital de la banca. El sector financiero pide que la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de que las entidades financieras no distribuyan sus beneficios a causa de la situación generada por la crisis sanitaria no se alargue en el tiempo.

PATRONAL BANCARIA / Fainé se suma a lo que ya han pedido también la patronal del sector bancario, la Asociación Española de Banca (AEB), asegurando que muchos jubilados necesitan ese dividendo para complementar su pensión.

Isidre Fainé y Miguel Carballeda, presidente de la Fundación Once, instaron a las empresas responder a la recesión que causará la pandemia del coronavirus covid-19 aplicando criterios de responsabilidad social corporativa que faciliten una mayor inclusión laboral de las personas con minusvalías físicas o psíquicas y que combatan el paro generalizado y la pobreza infantil.

«Podemos convertir España en el país más accesible del mundo», señaló Carballeda, quien finalizó su intervención haciendo un llamamiento a la superación global de la pandemia pidiendo «cambiar calamidad por oportunidad» y sin dejar a nadie atrás, especialmente a las personas mayores.