La empresa catalana Cacao Sampaka se declara muy unida a Japón. Además de incorporar algunas especias orientales en sus tabletas de chocolate y bombones, cuenta con tres tiendas en el país asiático. Es un ejemplo de las empresas que consiguen entrar en el exigente mercado japonés, que todavía tiene poco peso en las exportaciones españolas y catalanas pero que con el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Japón ganará mucho atractivo.

El acuerdo, que elimina o reduce los aranceles aduaneros y simplifica los trámites, también aumentará el interés de las empresas niponas por vender sus productos y estar presentes en España y, especialmente, en Catalunya, que concentra a unas 180 firmas japonesas, alrededor del 70% de las que están implantas en toda España, según los datos del Círculo Empresarial Japón España (CEJE).

Unas de las últimas firmas japonesas que han invertido en España ha sido Panasonic, que acaba de comprar un 20% adicional en el capital del proveedor de automoción Ficosa, en el que que controla el 69%. Cuando el acuerdo entre en vigor plenamente, previsiblemente a partir del 2018, las empresas japonesas implantadas en Europa ganarán competitividad al reducir los costes de importación de bienes como, por ejemplo, componentes para automoción.

SECTORES BENEFICIADOS

Las industrias del automóvil y agroalimentaria serán dos claras ganadoras del acuerdo, que puede aumentar hasta un 180% las ventas de alimentos europeos a Japón, según las estimaciones de la Comisión Europea. El pacto comercial supone el reconocimiento por parte de Japón de 205 indicaciones geográficas y abrir la puerta a la importación de jamón, pasta, chocolate y vino, entre otros.

«El acuerdo es muy interesante y es evidente que reducirá los costes de muchas empresas japonesas implantadas en España y favorecerá las exportaciones a Japón», ha indicado el presidente de CEJE, Jorge Lasheras, que ha añadido que «los productos españoles serán más atractivos» en el país asiático.

MÁS VENTAJAS

Para Judith Padrós, delegada en Japón de la Asociación Multisectorial de Empresas Exportadoras (AMEC), el acuerdo comercial «brinda nuevas ventajas a las empresas europeas con miras a ese mercado, ya que conllevará la eliminación progresiva de casi la totalidad de los aranceles y la armonización de la normativa a estándares internacionales».

Del acuerdo depende el 36% del comercio mundial que suman los intercambios entre la UE y Japón y un volumen de negocio de 6.000 millones entre España y el país asiático. El acuerdo tiene una parte que, según Lasheras, ayudará a que Japón sea un mercado más accesible al reducir las trabas administrativas y aduaneras.

Sin embargo, «Japón seguirá siendo un mercado difícil por la exigencia de una alta calidad de los productos», según Lasheras. que recomienda persistencia. La balanza comercial fue en el 2016 favorable a Japón con unas ventas en España por 3.639 millones, frente a unas exportaciones españolas de 2.405 millones.