El comisario de Economía Digital, el alemán Gunther Oettinger, no podía haber elegido momento más inoportuno para burlarse de chinos, valones y homosexuales. A punto de ser promocionado internamente y nombrado vicepresidente de la Comisión Europea -en sustitución de la búlgara Kristalina Georgieva- el democristiano luxemburgués Jean-Claude Juncker le ha obligado a pedir públicamente disculpas para contener el nuevo escándalo que amenaza a su Ejecutivo y evitar que el problema vaya a mayores.

“He tenido tiempo de reflexionar sobre mi discurso y ahora puedo ver que las palabras que utilicé han generado malos sentimientos y pueden incluso haber herido a ciertas personas”, admite Oettinger en una declaración hecha pública esta mañana en relación a unos comentarios que realizó durante la cena anual celebraba por la patronal alemana en Hamburgo la semana pasada.

Durante aquel encuentro, que fue filmado por una cámara oculta y dado a conocer por el semanario 'Der Spiegel', este político de la familia de la CDU (el partido de Angela Merkel) se refirió a una delegación de ministros chinos que recientemente visitó la capital comunitaria como “ojos rasgados” y como “nueve hombres, un partido, sin democracia, ni una mujer. Todos ellos vestidos con traje de chaqueta azul oscura. Todos ellos peinados de izquierda a derecha”.

China no fue el único destino de sus burlas. También hizo comentarios sobre el matrimonio homosexual percibidos como “homofóbicos” y llegó a definir a Valonia, la región belga que llegó a bloquear durante 15 días la firma del tratado de libre comercio entre la UE y Canadá y “algo inaceptable” a su juicio, como “microrregión gestionada por comunistas”. Palabras nada diplomáticas que han obligado a Juncker a entrar de nuevo en escena. “Me gustaría disculparme por cualquier comentario que no fuera todo lo respetuoso que debería haber sido”, se ha visto obligado a añadir este jueves.

REACCIÓN UNA SEMANA MÁS TARDE

Aunque el Ejecutivo comunitario no encontró motivos suficientes el pasado lunes para discupar las palabras de Oettinger -martes y miércoles ha sido festivo en las instituciones- la presión mediática de la última semana ha obligado a Bruselas a reaccionar y a pedir al comisario que enmiende sus palabras. Algo que ha hecho por medio de una declaración de seis párrafos en la que se define como “franco y abierto” y en la que califica su discurso como “una llamada de atención” a la audiencia alemana sobre el hecho de que si se reduce la edad de jubilación perderá la batalla de la competitividad.

“Lamento que algunas de mis declaraciones hayan sido malinterpretadas. Valonia no es solo una región europea importante históricamente hablando, sino que también contribuye a la diversidad cultural y política de Europa”, precisa ahora Oettinger tras la llamada telefónica realizada por su jefe, Jean-Claude Juncker. “Viniendo de un estado federal me tomo muy en serio a las regiones y sus puntos de vista”, asegura.

ELEGIDO PARA LA VICEPRESIDENCIA

Esta nueva salida de tono llega en un mal momento tanto a nivel personal como para la Comisión Europea, que sigue en el foco de atención debido a los polémicos fichajes laborales de varios excomisarios. Oettinger era hasta ahora el elegido dentro del colegio de comisarios para ocupar la vicepresidencia que deja libre la excomisaria de presupuestos y recursos humanos, Kristalina Georgieva, que se ha marchado al Banco Mundial y hay algunas formaciones políticas que anuncian batalla si es finalmente el nominado por Juncker, que tiene previsto hablar de nuevo este viernes con él, para ocupar la cartera.

“Tomamos nota de las disculpas” pero “todavía tenemos dudas sobre su comportamiento y su futuro papel en la Comisión Europea. Esperen una confirmación dura en la audiencia”, avisa el Partido Socialista Europeo. Y lo mismo los liberales. “No solo examinaremos si es apto para el papel de vicepresidente de la Comisión, sino también sobre sus recientes declaraciones”, avisaba este martes el líder de los liberales, Guy Verhoftstadt.