El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha salido en defensa de Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) ante los ataques del presidente de EEUU, Donald Trump.

Durante su participación en un foro en la ciudad portuguesa de Sintra, Juncker ha considerado "injusto" atacar la independencia de los bancos centrales, en aparente respuesta a Trump. "Es injusto atacar la independencia de los bancos centrales", ha afirmado en el foro que el BCE celebra anualmente en la localidad portuguesa de Sintra, que concluye hoy con una sesión dedicada al crecimiento en la zona euro.

Aunque no fue más explícito, la declaración de Juncker se entendió como una respuesta a las críticas vertidas por Trump el martes, cuando tachó de "injustos" los eventuales estímulos que el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que podrían llegar si sigue peligrando la meta de casi el 2 % de la inflación en la eurozona.

"Draghi acaba de anunciar que vendrán más estímulos, lo cual de inmediato devaluó el euro en relación con el dólar, haciendo más fácil para ellos (los europeos) la competencia contra EEUU. Se han salido con la suya con esto durante años, junto con China y otros", consideró Trump en su cuenta de Twitter.

Al margen de esta cuestión, Juncker se ha centrado durante su discurso en repasar varios "momentos de la historia que han dado forma a Europa como la conocemos", y que, ha reconocido al final, son "todos ejemplos de crisis".

Entre ellos, los graves problemas financieros de Grecia de la última década, sobre todo en el 2012 y el 2015, o la grave crisis de la moneda única en el verano de 2012, cuando, recordó, hubo reuniones que tenían como objetivo "hacer lo que sea para salvar el euro", como dijo entonces el presidente del BCE, Mario Draghi.

"Déjenme decirles lo agradecido que estoy de que estuvieras allí", ha apuntado dirigiéndose a Draghi. El presidente de la CE también ha elogiado las reglas presupuestarias europeas, porque tienen un impacto positivo y pueden llegar a ser flexibles, para lo que puso como ejemplo España y Portugal.

"Piensen en España y Portugal hace tres años. Si hubiésemos tenido una aproximación rígida a las reglas presupuestarias y aplicado sanciones financieras prematuramente, estos países no tendrían un crecimiento tan robusto y no serían capaces de corregir sus cuentas públicas", ha señalado.

"Digo esto porque a veces recibimos muchas críticas", ha apostillado, antes de recordar que no es la Comisión la que decide sobre "vigilancia financiera".

Tras su repaso a los problemas de los últimos años, Juncker ha instado a no "esperar a la próxima crisis" para "hacer lo que sabemos que es necesario". "Por eso la Comisión trabaja en fortalecer el papel internacional del euro", ha explicado.