En 2012 Ford lanzó el Kuga y tras cuatro años y 101.800 unidades vendidas en 2015 tocaba rejuvenecer sus líneas, incluyendo alguna nueva apuesta tecnológica en su equipamiento. Para presentar esta actualización la firma del óvalo se ha mojado para demostrar sus capacidades, durabilidad, fiabilidad y versatilidad. Que mejor modo de acabar con posibles dudas que poner a los nuevos Kuga a circular por toda Europa, de Norte a Sur, de Grecia a Noruega. El #KUGAdventure va más allá de una presentación clásica es una declaración de intenciones, este SUV puede con todo.

A nosotros nos tocó conocer al nuevo Kuga en su última etapa, que empezó en Alta (Noruega) y nos llevó a Nordkapp, el punto más al norte de Europa. Antes de vivir esa experiencia nos fijamos en el exterior del coche, con pocas novedades más allá del frontal. Pueden leer nuestra prueba del modelo anterior aquí. La parrilla(diferente según el acabado) es más grande y marcada, al igual que los grupos ópticos, que son más afilados e integran luces diurnas LED. Las luces traseras, las llantas y el color de la carrocería también muestran diferencias.

En el interior sucede lo mismo, las diferencias más grandes se notan en cuanto accedes a un nivel de equipamiento superior. Ejemplo de ello es la nueva pantalla de 8 pulgadas con sistema SYNC3 (no se encuentra en el acabado Trend), que consigue modernizar su habitáculo y ponerse al nivel de sus rivales en cuanto a conectividad. Durante la presentación pudimos subir a un modelo ST-Line y Vignale, los más equipados respectivamente. En el caso del Vignale el cuidado por la estética, los materiales y la sofisticación es notable, con detalles como la calandra específica, interior de cuero, asientos y volante calefactable. Además de los últimos sistemas de seguridad.

COMPORTAMIENTO

En cuanto a su comportamiento y pese estar en el norte de Europa, rodeados de montañas, no pudimos poner a prueba sus capacidades off-road. Eso sí, gracias a la tracción total y los neumáticos de invierno su firmeza y estabilidad estuvieron aseguradas. Tampoco pudimos probar el nuevo motor diésel 1.5 de 120 CV ya que se monta en los coches de empuje delantero y eso suponía un riesgo para Ford teniendo en cuenta las condiciones climatológicas del lugar. Así pues, pudimos conducir el gasolina 1.5 Ecoboost con 180 CV, tracción total y acabado Vignale. Nuestra conducción tuvo que ser cuidadosa por el estado de la carretera, con finas capas heladas, por lo que no podemos hablar de su dinamismo en pleno rendimiento. Su confort, en cambio, es más que notable, sin peros y agradecidos por los asientos y la climatización. El cambio automático no nos sorprendió demasiado pero no se puede negar su eficiencia.

En cuanto al Kuga ST-Line lo condujimos con el motor 2.0 TDCi de 150 CV y cambio manual, la palanca es fácil, rápida y directa pese a estar colocada un poco alzada, algo positivo en deportivos pero innecesario en este caso. Esta versión tiene una dirección algo más dura, al igual que la suspensión, además de diversos detalles específicos como las llantas de 18 pulgadas, tapicería en cuero y alcántara, pomo del cambio cromado y volante deportivo.

El nuevo Ford Kuga saldrá a la venta desde 19.700 euros para el motor gasolina más pequeño (120 CV) con acabado Trend y llega a los 36.600 euros del 2.0 TDCi de 180 CV con tracción total, cambio automático y acabado Vignale. Otros acabados son el Business, Titanium y el ST-Line.