La cadena de distribución mayorista Makro ha solicitado al Gobierno abrir sus establecimientos al consumidor final, temporalmente y de manera excepcional, para ayudar a garantizar el abastecimiento de productos de alimentación sin aglomeraciones. Esta medida ya ha sido aprobada y recibida con gran entusiasmo en países como Portugal, Austria o Países Bajos, donde Makro ya ha abierto las puertas de varios establecimientos al público final.

En España, la compañía cuenta con 37 centros distribuidos por todo el territorio que, de forma habitual, se dedican principalmente a la venta a profesionales de hostelería, sector que en estos momentos se ve gravemente afectado por el cierre de los establecimientos y el decreto del estado de alarma en el país. La amplitud y las grandes dimensiones de los puntos de venta de Makro garantizan un buen control del aforo y la distancia de seguridad entre compradores, así como la reducción del tiempo de espera y las colas generadas a la hora de realizar las compras durante el periodo de confinamiento.

En palabras de Peter Gries, director General de Makro España la apertura temporal de Makro al público en general contribuiría "a garantizar el suministro y la seguridad de los ciudadanos", pero también facilitaría las ventas de ganaderos y agricultores, uno de los principales perjudicados por el cierre de bares y restaurantes con motivo del estado de alarma, además de la propia cadena mayorista.