Las manifestaciones del presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, a favor de repetir elecciones generales en noviembre si eso proporciona estabilidad política al país han causado malestar en una parte del empresariado.

Según el criterio de algunos de estos empresarios -que prefieren mantenerse en el anonimato- Garamendi traspasó una línea roja el jueves cuando, tras clausurar la Asamblea General de la organización patronal, relajó el tono ante los medios de comunicación y acabó considerando una buena opción la de repetir elecciones en noviembre si eso puede traer mayorías políticas más claras y acabar con la impotencia actual de los partidos para conformar una Gobierno.

Este sector crítico con las manifestaciones de Garamendi le reprochan haber abogado primero por un acuerdo de legislatura entre PSOE y Ciudadanos, para pasar a defender después un gobierno monocolor del PSOE con la abstención previa de PP y Ciudadanos y acabar considerando finalmente por la conveniencia de un adelanto electoral.

CÓDIGO NO ESCRITO / Existe un código no escrito en las organizaciones empresariales que les lleva a mantener la prudencia necesaria para poder navegar en cualquier contexto político que se presente, por muy adverso que ideológicamente pueda parecer a priori. En virtud de este código, es común que los representantes empresariales se encastillen en expresiones evasivas tales como «responsabilidad, estabilidad y moderación» cada vez que se plantea cualquier controversia política.

Garamendi se ajustó a este código durante su discurso ante el plenario de la Asamblea General de CEOE. Sin embargo luego, delante de los medios se relajó y se salió de su propio guion.

«Seguimos pensando que lo mejor sería un Gobierno monocolor (del PSOE), pero si no son capaces de llegar a un gobierno de coalición; si no son capaces de que los partidos, de alguna manera, dejen que un partido pueda trabajar de forma monocolor, pues no queda más remedio que unas elecciones», dijo el presidente de CEOE a los periodistas.

Tomando como base los resultados de la última encuesta del CIS que augura al PSOE una mayor expectativa de voto, hasta el entorno del 40%, el presidente de los empresarios dio un paso más: «Las encuestas dicen que igual se aclararían más las cosas».

Y no es que Garamendi sea sospechoso de filias socialistas. Más bien, lo contrario. Dentro de la organización hay quien ve en sus últimos fichajes de exaltos cargos del PP un excesiva significación de la actual CEOE a favor del Partido Popular.

Estos mismos son quienes observan con disgusto la pretensión de Garamendi de fichar como asesora a la exministra de Empleo Fátima Báñez. El presidente de la CEOE rehusó el jueves confirmar este extremo, pero tampoco lo desmintió. Se adivina que el sueldo que sería asignado a la exministra no sería menor y esa expectativa causa malestar.

Algunos interpretaron la apelación de Garamendi a repetir elecciones como un tirón de orejas a PP y Cs por echar al PSOE en brazos de Podemos y los independentistas. Así lo interpretó también la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero. «La patronal quiere repetición electoral». «Ya imaginábamos que no querrían un gobierno de coalición progresista que asegure empleo estable, pero qué cerca deben verlo para tener que presionar públicamente» dijo Montero en Twitter.