El Banco Santander absorberá íntegramente las marcas Banco Popular y Banco Pastor, filial de Popular, en junio del 2019. Según han confirmado fuentes del Santander, tras la integración jurídica de las entidades a finales del verano, el Santander iniciará la integración informática y efectiva de forma gradual. De esta manera, cada vez que una oficina se integre tecnológicamente, adquirirá la enseña del Santander. Todo este proceso se alargará durante unos meses y previsiblemente culminará en junio del 2019.

Ayer se cumplió un año desde que en la madrugada del 6 de junio del 2017 el Banco Central Europeo (BCE) determinara que el Banco Popular era «inviable» y que estaba en riesgo de caída por el «deterioro significativo» de su liquidez, tras lo que el Santander acordó adquirir el 100% de su capital al precio simbólico de un euro. Desde su adquisición, Santander ha saneado el balance de Popular, ha reducido su riesgo inmobiliario y ha lanzado acciones comerciales para recuperar la confianza de los clientes y accionistas cuya inversión se vio afectada por la resolución de las autoridades europeas.

Concretamente, el banco presidido por Ana Botín aplicó un ajuste patrimonial de 12.400 millones de euros en el Popular, que se desglosaba en 4.300 millones de euros en concepto de deducciones de capital, 7.200 millones para sanear los activos inmobiliarios de la entidad y otros 700 millones de euros derivados de la acción comercial para compensar a los accionistas de Popular. También incluyó un ajuste de 200 millones de euros en concepto de «otros».

Un mes más tarde, el banco cántabro anunció una ampliación de capital de 7.072,4 millones de euros mediante la puesta en circulación de 1.458,2 millones de acciones nuevas con el objetivo de «dar adecuada cobertura a la adquisición del 100% del capital social de Banco Popular».

Asimismo, en agosto del 2017, Santander vendió el 51% de la cartera de inmuebles adjudicados, créditos dudosos del sector inmobiliario y otros activos relacionados con esta actividad de Popular al fondo Blackstone, con un valor bruto contable agregado de 30.000 millones de euros y el 100% del capital de Aliseda. Ahora, 12 meses después, el Santander se centra al «120%» en completar la fusión, según aseguró recientemente su consejero delegado, José Antonio Álvarez.