El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi dejó claro ayer que la institución «no tiene tabúes» para abordar las medidas no convencionales a su disposición si no mejoran las perspectivas y son «necesarios estímulos adicionales». Entre las alternativas sobre la mesa si la inflación no se sitúa en el entorno del 2% establecido por el BCE están una rebaja de los tipos de interés y la reactivación de las compras de deuda.

Después de estas palabras, se registraron fuertes descensos en las rentabilidades exigidas a los bonos de la zona euro, alzas en las bolsas y la depreciación del dólar frente al euro y las consiguientes críticas del presidente de EEUU a través de Twitter.

«En ausencia de mejoras, de manera tal que el retorno sostenido de la inflación a nuestro objetivo se vea amenazado, se requerirán estímulos adicionales», explicó el presidente del BCE, que inauguró el foro de bancos centrales que la institución organiza antes de cada verano en la ciudad portuguesa de Sintra.

PRÓXIMAS SEMANAS / Así, Draghi fue un paso más allá que en su última rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno del BCE, donde ya dejó claro que la entidad no descarta la opción de bajar los tipos de interés si es necesario. El máximo órgano de gobierno del banco central deliberará en las «próximas semanas» sobre cómo adaptar los diferentes instrumentos a su disposición en función de los riesgos para la estabilidad de precios y, en concreto, de caer en deflación (caída sostenida del nivel general de precios), dijo.

El presidente del BCE admitió que la perspectiva de riesgos para la eurozona se mantiene y que amenazas como el proteccionismo, los factores geopolíticos o las vulnerabilidades de economías emergentes «no se han disipado». Draghi recordó que el BCE puede responder ante un empeoramiento con ajustes en la orientación a futuro de política monetaria, así como con rebajas de los tipos de interés y/o la reactivación del programa de compras de deuda, que finalizó el 31 de diciembre.

Minutos antes de que el presidente del BCE hablase, cada euro se cambiaba por 1,1242 dólares en el mercado. Después del discurso, los euros se cambiaban por 1,185 billetes verdes. Fue uno de los aspectos que desató las iras del presidente de EEUU. Las palabras de Draghi tuvieron un eco inmediato en los mercados, donde el rendimiento del bono español con vencimiento a 10 años caía hasta un nuevo mínimo histórico del 0,395%. En las bolsas se vivieron subidas de más del 2% en los índices de Fráncfort, París o Milán. Por su parte, el Ibex, la principal referencia bursátil española repuntó el 1,19%.