Poco más de cuarenta personas se han concentrado este mediodía en Madrid a las puertas del Tribunal Supremo para clamar contra la decisión tomada este martes por su pleno en el conflicto de las hipotecas. La convocatoria de un escrache ante la sede del alto tribunal, impulsada ayer en redes sociales por el dirigente de Izquierda Unida Alberto Garzón, ha conseguido un muy escaso seguimiento.

"Un acto a la una de la tarde en un día laborable representa un dificultad para los trabajadores", explicaban algunos organizadores a la vista de la poca concurrencia. Además, la mayoría de la gente que ha acudido no tenía una relación directa con las hipotecas, y estaba lejos de poder pagar alguna vez un Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD). "Somos pensionistas, o parados o estudiantes, la clase de manifestantes que disponen de un rato para protestar un miércoles a la una en Madrid", explicaba Juana, exsindicalista asturiana afincada en la ciudad.

Juana había acudido atraída por lo que había leído en Twitter, y "porque ante una decisión como la que conocimos ayer se debe hacer algo más que indignarse. A su lado, Marina, estudiante de Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, departía con unos amigos de la Unión de Juventudes Comunistas. Ninguno de ellos tiene hipoteca ni visos de poder pagarla por el momento. Marina cuenta que ayer mismo, en clase de Derecho Tributario, votaron sobre el dilema que ayer resolvió el Supremo. "Y no pensamos que llegarían a este nivel de falta de independencia", dice.

La manifestación se ha animado cuando han llegado refuerzos procedentes de los alrededores del Congreso, a unas cuantas manzanas al sur. Eran, primero, los Yayoflautas; y con ellos un grupo de los pensionistas que llevan en pie de guerra desde el verano. Pero su llegada ha provocado algunos roces con la organización, porque la convocatoria de IU era para protestar por la decisión del Supremo sobre las hipotecas, no sobre el futuro de las pensiones. La discusión se ha arreglado cuando pensionistas y afectados por las hipotecas han pactado un eslogan, que enseguida se han puesto a corear mirando hacia el edificio de la Plaza de la Villa de París que acoge al Tribunal Supremo: "Aquí está, la cueva de Alí Babá!".

Al comienzo de la manifestación eran pocos y mal avenidos. Ante las cámaras ha tenido lugar algún pintoresco encontronazo a cuenta de los colores de una bandera republicana entre su portadora y un hombre que repartía pancartas.

Alberto, un trabajador en lucha contra Coca-Cola, que lucía en su gorra roja un lazo amarillo de los que reivindican la libertad de los políticos catalanes presos, se ha mostrado tajante al exigir a la clase dirigente que "luche desde las instituciones".

Subiendo el volumen cada vez más para ser escuchado bajo los gritos de protestas, ha señalado que los políticos "deberían estar encerrados desde que se tiró abajo la sentencia pidiendo al pueblo la responsabilidad de salir a la calle para cambiarlo todo".

Otro de los grupos que han querido hacer suya la lucha contra la decisión ha sido la Plataforma de Rivas por la Defensa de las Pensiones que, en palabras de su portavoz, José Manuel Martín, no van a "consentir que las exigencias de la banca las paguen los trabajadores".

Pero sus acciones parecen no quedarse ahí. Martín ha asegurado que tiene conocimiento de que el Ayuntamiento de Rivas el que inició el procedimiento pleiteando contra el pago del IJD- se va a personar ante el Tribunal de Estrasburgo para recurrir la sentencia del Tribunal Supremo.

Menos optimistas se mostraban los integrantes del colectivo Yayoflautas. "No esperamos conseguir absolutamente nada", ha lamentado José Luís, de 70 años, que tan solo desea que los políticos vean que "la gente está en la calle". Y pese a dar por perdida cualquier repercusión, ha dejado claro que el descontento general de la población debería llevar a "dimitir" a los quince jueces que "se han puesto del lado de la banca".

Todos los colectivos se han concentrado congregados por IU, el único partido que ha respaldado el escrache. Ante la ausencia de líderes nacionales de la formación, ha sido Sol Sánchez, portavoz de IU Madrid, la que ha sentenciado que la decisión "pone en entredicho la calidad de la separación de poderes". "Se crucifica a actores y humoristas por cosas en las que no tendrían que tener responsabilidades, qué menos que pedir responsabilidades de este despropósito", ha concluido antes de emplazae a todo el mundo a la manifestación convocada por Unidos Podemos en la misma plaza para las 18:00 horas del próximo sábado.