Según las previsiones de la Asociación de Fabricantes de Coches de China (CAAM), el mercado automovilístico del Gigante Asiático subió un 0,9% en abril respecto al mismo mes del año pasado, la primera cifra positiva desde junio de 2018, al venderse alrededor de dos millones de unidades. Respecto a marzo, aún con el coronavirus golpeando al país, el incremento es del 39,8%. La CAAM anunciará los resultados exactos el próximo 11 de mayo.

Según la CAAM, estas previsiones se basan en los datos de ventas de las compañías más grandes del país. Pese a la mejora, en el acumulado del año las ventas caerían un 32,1% hasta las 5,67 millones de unidades obstaculizadas principalmente por el impacto del Covid-19 en China, donde el virus fue detectado por primera vez en diciembre del año pasado.

Optimismo desde China

Durante los dos últimos meses, el Gobierno chino ha relajado las medidas de contención del virus en las principales zonas afectadas y ha permitido la reapertura de las plantas productoras de vehículos y de los concesionarios. Volkswagen se mostró optimista tras reanudar su actividad en China, confiando que "el negocio del automóvil alcanzará el nivel del año anterior a principios de verano" porque "el tráfico de interesados en hacerse con un coche es comparable al del mismo período del año pasado". La firma alemana ya ha abierto el 98% de sus concesionarios en China y ha reanudado la actividad en 32 de sus 33 plantas.

Según un estudio de Ipsos, el coche privado se ha convertido en China en el medio favorito para desplazarse tras la pandemia, mejorando desde el 34% antes del coronavirus hasta el 66% actual. El transporte publico ha caído del 56% al 24%.

El mercado chino cayó en 2018 por primera vez en más de dos décadas y, desde junio de 2018, encadena descensos mes a mes. La ralentización de la economía, la guerra comercial con Estados Unidos y un marco regulatorio cambiante y cada vez más estricto fueron los principales lastres del mercado más importante del mundo por volumen antes de la llegada del coronavirus. Desde el Gobierno chino se han activado medidas para impulsar el mercado como la extensión de dos años de las ayudas para la compra de eléctricos, mientras que desde bancos y entidades financieras se ofrecen planes de financiación más flexibles con intereses más bajos.