Mercadona ya tiene a la venta su nuevo licor de piruleta con alcohol, en todos sus supermercados de Castellón y del resto del territorio nacional. La compañía ha introducido este nuevo producto, elaborado por el proveedor especialista iliturgitano Licores Riska, comercializado desde ayer miércoles bajo la marca Piomka. La cadena de supermercados detectó esta nueva necesidad gracias a la interlocución con sus jefes (clientes) y estableció una alianza comercial con Licores Riska, encargados del desarrollo y la fabricación del producto desde Andújar (Jaén). Gracias a su técnica y experiencia en el sector, son especialistas fabricantes de diversos productos destilados como ginebras y licores con sello jienense.

Innovación con el jefe para desarrollar un surtido eficaz

El principal reto de Mercadona y los fabricantes es desarrollar productos que satisfagan plenamente al cliente; definir un surtido eficaz que, fabricado por proveedores e interproveedores especialistas, garantice a sus clientes la máxima calidad. Para ello es crucial la ayuda de los consumidores, por el valor que sus consultas y sugerencias aportan al desarrollo de productos.

PROVEEDOR / Licores Riska empezó su andadura en 1952 como una sociedad dedicada a la creación de destilados, empezando por el más popular en la época: el anís, que se elaboraba en alambique de cobre. Es con la entrada de la segunda generación, en 1971, cuando se crean los licores de diseño y se expande la empresa. Progresivamente se renueva la maquinaria de toda la industria, implantando la más moderna tecnología en el sector y sometiendo a la empresa a un continuo proceso de mejora. Todo ello sin escatimar en la calidad del producto, elaborado con las mejores materias primas, que es su gran seña de identidad. En 2013, fallece el director general tomando el relevo su esposa, María Isabel Bonachela Molina, bajo cuya dirección se acometen grandes cambios, principalmente el rediseño de la imagen corporativa y de todos los productos Riska. Todo ello encauzado a la gran distribución.

La mejora tecnológica, aunada a una optimización de todos los procesos productivos, les ha permitido comercializar una amplia gama de productos. Una vez que la empresa decide el lanzamiento de un nuevo producto, mantiene un exhaustivo control para verificar que las propiedades del mismo no varíen a lo largo de su vida comercial.