El presidente de Mercadona, Juan Roig, afirmó ayer que la cadena, la primera de supermercados de España con una cuota del 26,9%, encara una «brutal transformación» tras un 2019 récord. Las actuaciones van de las áreas de negocio como Listo para comer (comida preparada e incluso con espacios con mesas, sillas y bebidas frías en algunas tiendas para que los clientes puedan comer) a la digitalización. En la presentación de los resultados del 2019, Roig destacó el hito histórico de la apertura en Portugal, donde ya tienen diez tiendas, que ha supuesto el inicio de la internacionalización. Este año abrirán seis más.

La compañía, que cerró un año sin precedentes, facturó el año pasado 25.500 millones de euros, con un alza del 5%. El beneficio, 623 millones, creció en la misma proporción. De esta cantidad se han destinado 130 millones a dividendos y 493 a recursos propios. Sobre la posibilidad de endeudarse, reiteró su estrategia de crecer sin deuda.

Volcado en pisar el acelerador de la transformación, el objetivo para el 2020 es aumentar un 4% las ventas, alcanzar una inversión de 1.800 millones, tras los 2.200 millones del 2019, que supusieron un alza del 46%; 2.000 empleados fijos más y unos beneficios de 700 millones, con un alza del 12%. En cinco años se habrán invertido 10.000 millones. El año pasado creó 3.600 empleos fijos en España y 600 en Portugal. La plantilla total asciende a 90.000 personas.

EXPANSIÓN DE ÁREAS / En cuanto al negocio on line, Roig explicó que no se hará solo a través del modelo denominado colmenas (una mezcla entre almacén y tienda que ya se usa en Valencia y Barcelona), sino desde establecimientos, si bien no aclaró cuáles. El objetivo es empezar con esta actividad, que se ha separado del negocio tradicional y al frente de la que está una de sus hijas, Juana Roig, en el segundo trimestre de este año en Madrid capital. Las ventas a través de internet fueron el 1% del total y en Barcelona y Valencia, en torno al 2%.

Roig, en la presenciación de resultados en el Centro de Coinnovación del Jarro, rebautizado como Jarrods, destacó que se ha intensificado la estrategia de «tienda eficiente», con la expansión de áreas de negocio como Listo para comer, con 800 tiendas con este modelo y de las que 351 se han reformado, además de renovar las secciones de frescos. En el 2020 se reformarán 200 más.

La compañía finalizó el 2019 con 1.636 establecimientos, tras abrir 46, diez de ellos en Portugal y cerrar 46 que no se podían ajustar al nuevo modelo más eficiente y sostenible. En la actualidad ya hay 300 tiendas, que llegarán a 319 a final de año con el negocio de listo para comer, otro de sus grandes proyectos; y una inversión de 170 millones.

La compañía venía de 115 proveedores de categoría y ha pasado a 1.400 proveedores especialistas (totalers en la jerga interna del grupo). Es la misma figura que el interproveedor, ya que tiene un acuerdo indefinido, al igual que con los trabajadores, pero debe haber máxima colaboración, seguridad alimentaria, calidad de servicio y precio competitivo y deben ganar tanto Mercadona como el proveedor y el cliente, explicó Roig.

Asimismo, aseguró que esta línea de negocio de comida lista es «una oportunidad» para nuevos proveedores y aseguró que buscan alizanzas nuevas «de forma muy beligerante» en España y Portugal y están abiertos a hacerlo «en otros países».

El presidente de Mercadona insistió en su filosofía salarial. Los salarios de los empleados de Mercadona son un 20% superiores al salario mínimo, con 1.338 euros mensuales en España y 907 en Portugal, en los sueldos de entrada, además de haber repartido una prima de 340 millones en total.