La cancillera alemana Angela Merkel mostró este miércoles su disposición a flexibilizar el respeto del principio de "déficit cero" para poder atajar la "extraordinaria situación" de la epidemia de coronavirus, no saturar el sistema sanitario y mantener en la medida de lo posible la actividad económica.

Merkel realizó estas declaraciones sobre la disciplina presupuestaria en su país en su primera comparecencia monotemática sobre la epidemia del nuevo coronavirus. Alemania es el séptimo país más afectado del mundo, con unos 1.300 infectados y tres muertes ligadas al COVID-19.

"Haremos lo necesario para superar esta situación", indicó la cancillera, que agregó: "y luego veremos qué significa esto para nuestro presupuesto". El gobierno aludió a que los expertos consideran que entre el 60 y el 70% de la población alemana podría contagiarse por la epidemia.

La canciller indicó que la Comisión de Presupuestos del Bundestag (cámara baja) va a aprobar una partida extraordinaria de hasta 1.000 millones de euros para las contingencias derivadas de la epidemia de coronavirus.

Explicó además que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea contiene cierta "flexibilidad" para situaciones "extraordinarias" como la actual y que también el freno al endeudamiento incluido en la Constitución alemana prevé excepciones.

Las situaciones extraordinarias, indicó, se confrontan con "medios extraordinarios".

Merkel agregó asimismo, que "por fortuna", Alemania disfruta de una salud fiscal "robusta" y puede afrontar mejor esta crisis.

Frente a la valoración de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, de que la actual situación es comparable con la crisis financiera global de 2008-2009, la cancillera abogó por la cautela, trabajar en la contención y ver las consecuencias sobre la economía.

A su juicio, lo principal es ralentizar la extensión de la epidemia para no saturar al sistema sanitario y mantener la actividad económica "en la medida de lo posible".

Por eso pidió a la ciudadanía, sobre lo que hagan las autoridades, "solidaridad" y sentido común", así como "priorizar" en la actividad diaria, renunciando por ejemplo a acudir a actos deportivos o conciertos.

A nivel europeo abogó por acordar "estrechamente" las medidas y evitar las actuaciones en solitario o cerrar fronteras.