El plan público de 130.000 millones presentado la semana pasada por el gobierno alemán para impulsar la mayor economía de la UE tiene un parte dedicada a la industria automotriz. En un paquete que combina el aumento del gasto público y los estímulos fiscales para incentivar el consumo interno hasta final de año, destaca, sin embargo, una inesperada medida: el ejecutivo de Merkel ha decidido prescindir de una prima para los coches de motor de explosión; ese incentivo se limitará a los eléctricos. Berlín promete doblar la prima de 3.000 euros ya existente para vehículos de motor eléctrico, sumada a los 3.000 euros que ofrecen los fabricantes. Según una encuesta de ARD, un 55% de los alemanes se oponía a una prima generalizada. Los cálculos electorales se han acabado imponiendo en la Gran Coalición gobernante. A. j.