Al titular de la nueva cartera de Energía, desgajada de Industria, Álvaro Nadal se le acumulan los deberes. El primero lidiar con la indemnización que corresponde a las eléctricas por el sistema de financiación del bono social, tal como dictaminó el Tribunal Supremo en una reciente sentencia. Además tendrá que decidir cómo se financia este descuento del 25% sobre el PVPC que beneficia en la actualidad a unos 2,4 millones de de usuarios considerados más vulnerables.

Pero no es su única tarea. El galimatías del recibo de la luz heredado del exministro de Industria, José Manuel Soria, y el hermano gemelo del nuevo titular de la cartera, que era secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal; es otro hueso duro de roer. El flamante nuevo ministro, anterior director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,deberá ingeniárselas para frenar un más que probable despegue de la factura.

También deberá virar en la política de energías renovables. Después de que sus antecesores paralizaran un sector que era puntero a nivel mundial, a Nadal no le quedará más remedio que estimularlas para cumplir con los mandatos de Bruselas de producir electricidad con fuentes limpias.

El sector es prudente sobre el nuevo ministro, pese a que es hermano de uno de los promotores del hachazo a las energías renovables. "Que sea hermano no es un indicador suficiente. Hay que ser prudente y darle 100 días", afirman en el ramo de las energías verdes. De todas formas, en un mensaje al nuevo Gobierno, la Fundación Renovables recordó al nuevo Ejecutivo que "España afronta una nueva etapa política en la que resulta ineludible avanzar hacia un nuevo modelo energético y recuperar el grave atraso sufrido durante la pasada legislatura, nefasta desde el punto de vista de la sostenibilidad energética".