La morosidad de la banca cayó al 9,21% del total de créditos en septiembre, su nivel más bajo desde mayo del 2012, justo antes de que el Gobierno solicitase a los socios europeos el rescate para la banca. La tasa de impagos ha descendido desde el 9,396% de agosto y ha caído 4,39 puntos desde el máximo alcanzado en diciembre del 2013 (13,6%). El total de créditos de dudoso cobró ascendió en septiembre a 117.717 millones de euros, 2.339 millones menos que el mes anterior.

El volumen de créditos del sector se ha situado en los 1,277 billones, frente a los 1,278 billones del mes anterior. La tendencia de reducción del se ha profundizado año contra año, al bajar un 4,58%. Las provisiones para hacer frente a las pérdidas provocadas por la morosidad se redujeron hasta los 69.799 millones de euros las provisiones, 882 millones de euros menos que en agosto. Un año antes, la hucha ascendía a 86.579 millones. La tasa de cobertura(peso de las provisiones sobre los activos morosos) se situó en el 59,9%.

La mejora de la economía es el principal factor que explica la reducción de la morosidad, ya que ha aumentado la capacidad de pago de las empresas y familias. Además, la vuelta a los niveles de tasa de impagos previo al rescate bancario se debe en parte al traspaso de los activos inmobiliarios tóxicos de los bancos nacionalizados a la Sareb, el llamado banco malo.

Los expertos y el sector prevé que la morosidad siga cayendo al ritmo que mejora la economía y el empleo. El menor ritmo de entrada de activos morosos, además, permite a las entidades hacer menos provisiones para afrontar pérdidas, lo que está suponiendo un importante alivio para unas cuentas de resultados muy penalizadas por los bajos tipos de interés, que disminuyen los ingresos que obtienen por los créditos y con ello recortan su rentabilidad.