En medio agosto y ya en plenas vacaciones, miles de españoles han cambiado su rutina de oficina, pantalla de ordenador y café de máquina por la montaña, la playa o el sofá de su casa. La jornada laboral se interrumpe, pero no necesariamente es así con el goteo constante de correos electrónicos, mensajes o incluso alguna llamada telefónica de la empresa. La estadística para cuantificar el fenómeno no está clara. Un informe conjunto de Infojobs y ESADE publicado ayer indica que uno de cada dos españoles no puede de desconectar del todo del trabajo en vacaciones, mientras que una reciente encuesta de la consultora de recursos humanos Adecco modera la cifra a uno de cada tres españoles y Randstad a uno de cada cuatro.

Donde las diferentes estadísticas muestran consenso es en que la tendencia es al alza. En el baremo de Adecco para este 2018 el porcentaje ha sido del 36,2% y el año anterior fue del 34,9%. En la encuesta de la consultora Randstad también se refleja una evolución en crecimiento.

El derecho laboral tanto a comenzar las vacaciones como a terminar la jornada laboral y olvidarse de llamadas o mensajes hasta regresar al puesto de trabajo se conoce como «derecho a la desconexión digital». Desde el Ministerio de Trabajo afirman que se está estudiando cómo introducirlo de manera explícita en el ordenamiento legal, una vez que el PSOE, en su paso por la oposición, ya presentó una proposición no de ley en dicho sentido.

AXA, SANTANDER E IKEA

La introducción explícita del «derecho a la desconexión» entró en España por la vía de la negociación colectiva en las grandes empresas. La aseguradora francesa AXA fue la primera en plasmarlo, concretamente en el artículo 14 de su convenio colectivo. «Es innegable que hoy en día el fenómeno de la «interconectividad digital» está incidiendo en las formas de ejecución del trabajo mudando los escenarios de desenvolvimiento de las ocupaciones laborales hacia entornos externos a las clásicas unidades productivas», reconoce el texto.

En Alemania, la empresa Volkswagen ya fue pionera al implantar un bloqueo de acceso al correo del móvil entre las 18.15 y las siete de la mañana y, actualmente, la ciudad de Nueva York (EEUU) está elaborando una normativa en dicha línea. En España la estela de AXA la han seguido otras grandes multinacionales como el Banco Santander o Ikea. Un debate que, en opinión de la profesora de derecho laboral de la Universidad Pompeu Fabra, Chelo Chacartegui, debe llegar a las pymes para «no crear trabajadores de primera y de segunda».

Los trabajadores más jóvenes son a los que les cuesta más trazar la frontera entre negocio y ocio. Si entre todos los trabajadores el 36,2% no conseguía desconectar, entre los menores de 25 años el porcentaje sube al 44,4%, según Adecco. «Los jóvenes tienen más interiorizadas las nuevas tecnologías, pero aún deben aprender a utilizarlas responsablemente a nivel laboral», opina.

El uso responsable es clave tanto para el rendimiento como para la salud de los trabajadores. Según la última encuesta de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud Laboral, el 51% de los trabajadores europeos sufrían síntomas de estrés laboral.

En materia de prevención de los riesgos de la no desconexión, los expertos consultados coinciden en que la labor del gobierno debe focalizarse en informar y hacer pedagogía entre empresas y los trabajadores, más que legislar sobre el mismo, ya que la inercia de la negociación colectiva irá extendiéndolo a través de los convenios.